BILBAO, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un total de 169 alumnos con discapacidad visual estudiarán este curso en Euskadi. De ellos, 20 están matriculados en Educación Infantil, 47 en Educación Primaria, 21 en ESO, seis en Bachillerato, nueve en Formación Profesional, 17 en estudios universitarios y 49 en otro tipo de enseñanzas, según los datos aportados por la ONCE.
Por territorios históricos, en Bizkaia estudiarán 112 alumnos, en Gipuzkoa realizarán sus estudios 38 alumnos y en Álava están matriculados otros 19.
En el conjunto del Estado, más de 7.400 estudiantes con ceguera o discapacidad visual grave afrontan durante estos días la vuelta a la actividad escolar y académica con el apoyo de este organismo, que dispone de equipos de atención educativa, la preparación de libros en braille y documentación accesible. Cerca del 98 por ciento de los alumnos lo harán integrados en centros de enseñanza ordinarios y el resto en los centros de la ONCE.
Los responsables de la ONCE han explicado que "la inclusión de los niños con discapacidad visual en un ámbito educativo normalizado, responde a la tendencia generalizada de crear un único sistema donde se integren todos, prevaleciendo siempre el derecho a recibir una atención educativa equitativa y de calidad, y respetando las necesidades específicas de cada uno de ellos".
Para ello, los profesionales que componen los 33 equipos específicos de apoyo educativo de la ONCE planifican el conjunto de intervenciones que van a llevar a cabo durante todo el curso escolar con el fin de facilitar a estos alumnos y sus profesores su aprendizaje, "en consonancia con las Administraciones públicas responsables de la Educación en sus ámbitos de actuación".
En la Comunidad Autónoma Vasca, se trabaja en coordinación con los Centros de Recursos para la Inclusión Educativa (CRI), dependientes del Departamento de Educación del Gobierno vasco, siguiendo las directrices del convenio de colaboración, gracias al cual "la mayoría de los estudiantes vascos afiliados a la ONCE desarrollan sus estudios en centros ordinarios, junto al resto de estudiantes, de manera integrada".
Para cada alumno con discapacidad visual, se elabora un Plan Individualizado de Atención, en función de sus necesidades, y se le asigna un maestro itinerante encargado, entre otras funciones, de asesorar al centro y al profesorado de aula, asesorar y orientar a las familias y realizar un trabajo directo con el alumno.
Esta labor abarca todos los aspectos que puedan "favorecer y potenciar la plena inclusión educativa de la persona" como estimulación visual, autonomía personal, orientación y movilidad, enseñanza de un sistema de lectoescritura, aprendizaje del uso de la tecnologías adaptadas, orientación académica y profesional, ocio y tiempo libre, tecnologías de la información y la comunicación, entre otros.
