La economía vasca caerá un 2,4% y la destrucción de empleo rondará los 30.000 puestos de trabajo en 2009

Actualizado: lunes, 18 mayo 2009 14:52

La caída de recaudación del 11% obligará al Gobierno a revisar los Presupuestos para reorientar partidas en la lucha contra la crisis


VITORIA, 18 May. (EUROPA PRESS) -

La economía vasca caerá este año entre un 2,4 y un 2,8 por ciento, lo que se traducirá en la destrucción de entre 27.000 y 30.000 puestos de trabajo, según la corrección a la baja de las anteriores previsiones realizada hoy por el Gobierno vasco a raíz de los negativos datos de coyuntura económica dados a conocer hoy por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat. Asimismo, la caída de la recaudación en torno a un 11 por ciento puede obligar al Ejecutivo a "reorientar" determinadas partidas de los Presupuestos hacia políticas para combatir la crisis.

El consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo autonómico, Carlos Aguirre, analizó hoy la evolución de la economía vasca en los tres primeros meses del año y dio a conocer las nuevas previsiones elaboradas por el nuevo equipo económico del Gobierno. Aguirre lamentó tener que ofrecer "un panorama tan pesimista", aunque subrayó que "no hay que ocultar la situación, porque las mejores soluciones salen de los diagnósticos reales".

Tras referirse a los datos dados a conocer por el Eustat, que señalan que el Producto Interior Bruto (PIB) de Euskadi experimentó una evolución negativa del 2,5 por ciento en el primer trimestre de 2009 respecto al mismo período de 2008, reconoció que estas cifras "nos obligan a hacer una revisión a la baja" de las previsiones para éste y para el próximo año.

De esa forma, el Gobierno espera que la caída de la economía se sitúe entre el -2,4 y el -2,8 por ciento este año, para situarse entre el -0,6 y el -1 por ciento en 2010. "En estos momentos nos encontramos en la parte más baja del ciclo económico y a partir de ahí esperamos descensos menos pronunciados que hasta ahora", explicó.

CRECIMIENTO "LEVE"

En esta línea, explicó que la caída de la economía comenzará a ser "menos pronunciada" a partir del cuarto trimestre del 2009 y podría entrar en una línea de crecimiento "muy leve" a finales del próximo año.

La repercusión de esta caída del PIB en el empleo se traducirá en la pérdida de entre 27.000 y 30.000 puestos de trabajo este año, cifra que se situaría en 15.000 puestos de trabajo en 2010. Aguirre subrayó que, de todas formas, la pérdida de empleos no está creciendo al mismo ritmo que el descenso del PIB, algo que atribuyó, entre otros factores, al hecho de que la mayor parte de los Expedientes de Regulación de Empleo (EREs) aprobados hasta el momento han sido temporales, por lo que no suponen la destrucción definitiva de los trabajos a los que afectan.

La crisis está repercutiendo de forma significativa a la recaudación de las haciendas vascas, cuyos datos en los tres primeros meses del año han sido "ciertamente malos", según reconoció el consejero, quien situó la caída de los ingresos obtenidos a través de los impuestos en entre un diez y un once por ciento. Según anunció, este "pinchazo" en la recaudación va a tener "una repercusión importante" en las cuentas públicas.

REMANENTES

Aguirre advirtió de que la caída de los ingresos obtenidos por las diputaciones dibuja "un panorama complejo", dado que las "restricciones" presupuestarias a las que obliga esta situación deben conciliarse con el mantenimiento de las políticas sociales para los sectores más afectados por la crisis y con las medidas para impulsar la economía.

Con el fin de compaginar ambas necesidades, el consejero de Economía y Hacienda trasladará en el Consejo de Gobierno de mañana a sus compañeros la necesidad de "peinar" los presupuestos de cada departamento con el fin de que las partidas menos importantes puedan "reorientarse" hacia actuaciones prioritarias para hacer frente a la crisis.

Aguirre subrayó la necesidad de recurrir a esta fórmula debido a que los remanentes de tesorería de las arcas públicas --que cifró en menos de 500 millones de euros-- no son suficientes para compensar "el pinchazo" en la recaudación.