BILBAO, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El parlamentario de Ezker Anitza-IU, Mikel Arana, ha presentado una enmienda a la totalidad y 36 parciales al Proyecto de Ley de Cajas que se está tramitando en el Parlamento vasco, "puesto que en realidad esa ley supone el acta de defunción de las cajas de ahorros, por lo que más que una ley de cajas es una ley anticajas".
Arana he explicado que la enmienda a la totalidad está motivada porque "la reestructuración del sistema financiero que se está llevando a cabo en el Estado español y en Euskadi, no responde a la necesidad de las cajas de ahorros" de "preparase para afrontar nuevos y exigentes retos relacionados con la rentabilidad, la liquidez y la solvencia", como señala la exposición de motivos del Proyecto de Ley.
Según ha indicado, "la realidad del sistema financiero español es que desde 1977, año en que se aprobó la liberalización del sector financiero y la equiparación funcional entre bancos y cajas, las cajas han ido restando cuota de mercado a los bancos, pasando de un 26 por ciento a un 46 por ciento, en detrimento de la banca". Además, ha indicado que "un 51 por ciento de los depósitos totales estaba en sus balances, así como un 50 por ciento del crédito vivo".
Ezker Anitza-IU considera que "la banca está aprovechando la excusa de la crisis para recuperar esa cuota de mercado perdida. Con este fin se ha diseñado toda una estrategia que de hecho ha supuesto que de 45 cajas de ahorros, en este momento tan sólo queden dos ya que el resto se han fusionado y convertido en bancos. Esta transformación en bancos es lo que regula la ley de cajas, por eso es una ley anticajas".
Arana ha insistido en que "carece de sentido aprobar una Ley de Cajas de Ahorros de la Comunidad Autónoma de Euskadi, toda vez que en muy breve periodo de tiempo todas ellas dejarán de existir para pasar a ser entidades encargadas de gestionar la obra social de Kutxabank si es que la hubiera".
En su opinión, esta Ley "no pretende otra cosa que repartir los ámbitos de poder político en las instituciones resultantes de la fusión de las tres cajas vascas, debilitando además la presencia pública a favor de la privada, puesto que la representación de las administraciones públicas pasa del 50 al 40 por ciento".
