VITORIA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Fundación Vital ha entregado al Banco de Alimentos de Álava 18.200 pañales infantiles, con los que se podrá atender a más de 500 bebés de entre 0 y 2 años.
La donación se enmarca en el convenio que ambas entidades mantienen desde hace 16 años para dar a conocer a la población la labor humanitaria que desarrolla el Banco de Alimentos, según ha informado este jueves la Fundación Vital en un comunicado.
El Banco de Alimentos de Álava atiende anualmente a 1.800 familias integradas en 71 asociaciones alavesas, lo que supone más de 7.000 beneficiarios.
Muchos de ellos son menores, especialmente bebés, que tienen unas necesidades especiales. En el caso de los pañales, se trata además de un producto de primera necesidad de alto costo, por lo que el Banco no siempre dispone de este artículo para poder atender al número tan elevado de niños que precisan utilizarlo.
Consciente de esta necesidad, la Fundación Vital ha hecho una aportación de 18.200 pañales, cuyos destinatarios serán 550 bebes de entre cero y dos años.
El presidente del Banco de Alimentos, Daniel Fernández, ha agradecido la disposición de la Fundación y su preocupación por los bebés. "Esperamos que esta idea se siga manteniendo en lo sucesivo, e invitamos a otros donantes a seguir esta misma iniciativa", ha explicado.
Fernández ha recordado que los productos infantiles son caros, por lo que la entidad que dirige "en muchos momentos no dispone de ellos para atender a las familias con niños a su cargo".
CAMPAÑA DE RECOGIDA
Además de la donación de pañales y de la aportación económica anual que realiza la Fundación Vital, la entidad también colabora en la gran recogida de alimentos que el Banco realizará el 25 y 26 de noviembre en los supermercados del territorio, en la que colabora un equipo de cerca de mil voluntarios.
El Banco de Alimentos de Álava se dedica a recuperar excedentes alimenticios de la sociedad para redistribuirlos entre las personas necesitadas, evitando cualquier desperdicio o mal uso.
Este organismo no entrega comida directamente a las personas necesitadas sino a instituciones caritativas y de ayuda social oficialmente reconocidas, que tienen un contacto más cercano con los colectivos afectados.
Además, difunde los valores humanos y culturales necesarios para ayudar a mitigar la contradicción que se manifiesta en la existencia de excedentes de producción y las bolsas de pobreza y marginación social.
