BILBAO, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Museo Guggenheim de Bilbao acoge, desde este martes y hasta el próximo 2 de septiembre, la exposición 'El espejo invertido', una selección de casi un centenar de obras que reflejan medio siglo de arte contemporáneo de más de 50 artistas como Antoni Tàpies, Sigmar Polke, Julian Schnabel, Jeff Wall, Martha Rosler o Michelangelo Pistolletto, entre otros.
Se trata de una selección inédita de piezas de las colecciones de la Fundación "la Caixa" y del MACBA, que exploran corrientes y movimientos que han supuesto un periodo de inflexión en el desarrollo de las artes visuales desde finales de los años 40 hasta la actualidad.
La exposición pone de manifiesto los movimientos artísticos que cuentan con una presencia destacada en ambas colecciones, como el inicio del informalismo en España o el asentamiento de la objetividad como corriente en la fotografía contemporánea.
El espejo invertido ofrecerá al visitante, a lo largo de la tercera planta del Museo, un recorrido por 93 obras de 52 artistas que trabajan en diversos medios, con una especial atención a la fotografía, el vídeo y la escultura de gran formato.
Comisariada por Álvaro Rodríguez Fominaya, Conservador del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, la muestra incluye fotografías, pinturas, publicaciones, esculturas, instalaciones y vídeos de 52 reconocidos artistas.
Se trata de un recorrido por cerca de 100 obras de más de 50 artistas internacionales pertenecientes a dos de las colecciones de arte contemporáneo más destacadas de Europa: la Fundación 'la Caixa' y el MACBA.
La presentación de la muestra ha contado con la asistencia del director general del Museo Guggenheim Bilbao, Juan Ignacio Vidarte, la directora general adjunta de la Fundación "la Caixa", Elisa Durán; el director del MACBA, Bartomeu Marí; y el comisario de la exposición, Álvaro Rodríguez Fominaya.
Rodríguez Fominaya ha explicado que el hilo conductor de la exposición está inspirado por la obra 'La arquitectura del espejo' (1990) de Michelangelo Pistolleto. Además, ha apuntado que la imagen del espejo "es una metáfora de los procesos de acumulación, transferencia e interferencia", parte esencial "del nacimiento y desarrollo" de la colección de arte.
