BILBAO, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Mungia ha imputado a dos vecinos de esta localidad vizcaína, una mujer de 64 años y su hijo de 30, por estar en posesión de 15 kilos de cogollos de marihuana que escondían en un garaje familiar en la calle Mastibarrena.
Los imputados ocultaban los cogollos perfectamente procesados y secos para su distribución en bidones, en bolsas termoselladas de un kilo de peso, que podrían superar los 30.000 euros en el mercado, según ha informado la Policía municipal.
La incautación se produjo ante el aviso de un particular de un posible escape de gas en la zona, que alertó a los agentes locales que, acompañados de técnicos municipales y de Naturgas, localizaron la droga durante la inspección del foco.
Los hechos se iniciaron sobre las 10.00 horas de este pasado jueves, cuando un particular alertó a la Policía de un fuerte olor a gas en la zona de Mastibarrena. La Policía activó el protocolo correspondiente y se personó una patrulla en el lugar de los hechos, acompañada por varios técnicos municipales y uno de Naturgas.
Durante la inspección de la zona, y con el fin de hallar el origen de la posible fuga, se accedió a varios locales de la citada calle, hallando los 15 kilos de cogollos perfectamente procesados y secos para su distribución en un garaje.
En vista de que el hecho constituía un posible delito por tráfico de drogas, y debido a la considerable cantidad de sustancias halladas, se procedió a la custodia del local, y se comunicaron los hechos al Juzgado de Guardia de Gernika. En coordinación con éste, se procedió a localizar a la propietaria del local y al usuario de la misma, que resultó ser su hijo, para poder proceder al registro del garaje, procediendo a la ocupación de la droga hallada.
A principios de este año, la Policía Local ya fue alertada por un particular de posible actividad de este tipo en la zona por el fuerte olor que pudo percibir desde la calle. Se realizaron las pesquisas oportunas y se ubicó una plantación o un almacenamiento de droga en la zona, sin poder determinar con exactitud el lugar, ya que el olor cesó y no había vuelto a percibirse.
