Munilla cree que la ruptura matrimonial y la crisis de la familia provocan infelicidad

José Ignacio Munilla
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 20 enero 2016 10:34

Cree que una sociedad del bienestar no garantiza la felicidad y destaca que ésta exista en "los pueblos más pequeños"

SAN SEBASTIÁN, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha destacado que "la experiencia del amor incondicional y estable en el seno de la familia" es la clave que fundamenta la felicidad, mientras que uno de los "mayores dramas" que provocan la infelicidad en la sociedad actual es "la ruptura matrimonial y la crisis de valores en torno a la familia". Además, considera que "una sociedad del bienestar como la nuestra no es capaz de garantizar la felicidad".

Munilla ha realizado estas reflexiones en la homilía que ha pronunciado en la Misa en honor al San Sebastián, celebrada en la basílica de Santa María de la capital donostiarra, con presencia de autoridades y la participación de la tamborrada infantil de Euskal Billera y del Orfeón Donostiarra.

El prelado donostiarra ha hecho referencia a la inauguración de la Capitalidad Cultural Europea y ha recordado que en la localidad polaca de Wroclaw, que comparte la capitalidad con San Sebastián, "nació Edith Stein, que moriría martirizada en Auswitch, y a quien hoy invocamos como copatrona de Europa" y también Dietrich Bonhoeffer, "pastor protestante, igualmente asesinado en Auswitch".

"Por lo tanto, nuestros lazos de hermandad con Wroclaw se fundan también en nuestras raíces martiriales comunes. En nuestro caso, se trata de un martirio que se remonta al inicio del cristianismo, y en el suyo a uno contemporáneo. Pero en ambos, el endiosamiento de los dictadores de este mundo, fue la ocasión para testimoniar que los cristianos no sirven a falsos dioses, sino únicamente al Dios verdadero", ha manifestado.

José Ignacio Munilla ha reflexionado sobre la felicidad y ha señalado que "nuestra sociedad occidental es admirada con envidia por muchas otras culturas, que observan nuestra prosperidad y nuestro sistema de bienestar, cual si de la leyenda de El Dorado se tratase".

Sin embargo, ha advertido de que "nuestro grado de felicidad es, con frecuencia, inferior al de otros pueblos que son menos ricos que nosotros", y ha subrayado que "la felicidad de los pueblos más humildes nos cuestiona y nos interpela".

A su juicio, la primera "clave" de la felicidad es "el espíritu de agradecimiento ante los dones recibidos" porque "de poco sirve que tengamos muchos bienes, si no sabemos apreciarlos y agradecerlos", mientras que la segunda sería "la mansedumbre o la paz interior". "De poco sirve la prosperidad material para aquel en cuyo corazón anida un espíritu amargado, rencoroso, displicente o violento", ha añadido.

"EL ESPÍRITU VIOLENTO"

El Obispo de San Sebastián ha afirmado que, con mucha frecuencia, la conflictividad en la convivencia social "suele esconder otros problemas interiores, no fácilmente confesables" y ha considerado que "una buena prueba de esto" se encuentra en las redes sociales, que "no dejan de ser un espejo de nuestra sociedad, en el que no solo se reflejan los grandes ideales de muchos usuarios, sino también la amargura y el espíritu violento de no pocos".

En su opinión, la tercera clave que lleva a la felicidad es "un espíritu generoso de entrega, el cual requiere un sano olvido de uno mismo" porque "no hay mayor condena a la infelicidad que un planteamiento de vida egocéntrico" y la cuarta sería "la experiencia del amor incondicional y estable en el seno de la familia". Por ello, ha resaltado que "uno de los mayores dramas que provocan la infelicidad en nuestra sociedad es la ruptura matrimonial, así como la crisis de valores en torno a la familia".

AYUDA A LOS NECESITADOS

José Ignacio Munilla ha tenido también palabras de recuerdo para los que "más sufren" y ha recordado el compromiso de la Diócesis de San Sebastián con los afectados por la guerra de Siria e Irak. En ese sentido, ha detallado que esta misma semana Cáritas de Gipuzkoa ha enviado 100.000 euros para los refugiados en origen, en concepto de alimentación y ayuda para la vivienda, que serán distribuidos por 'Ayuda a la Iglesia Necesitada', Fundación Pontificia Internacional que "socorre especialmente a los cristianos perseguidos".

Asimismo, en el mes de diciembre Cáritas Gipuzkoa envió otros 100.000 euros para "sostener la obra educativa que las religiosas Hijas del Sagrado Corazón llevan a cabo en Erbil, en favor de la escolarización de los niños de las familias huidas de Mosul", a lo cual hay que añadir otros 100.000 euros, enviados en noviembre a los campos de refugiados situados en el norte de Irak, que está siendo gestionada por Cáritas Internacional.

Munilla ha precisado que a estos apoyos se sumarán próximamente dos nuevos proyectos, uno, a través de los Hermanos de La Salle, que consistirá en el apoyo a la escolarización de niños atendidos en los campos de refugiados del Líbano y Jordania, que supondrá una cantidad de 120.000 euros, y el otro proyecto, consistente en la ayuda a Cáritas Jordania para la atención de las necesidades básicas de personas acogidas provenientes de Siria e Irak, con un montante de 100.000 euros.

"Este esfuerzo de cooperación internacional de Cáritas Gipuzkoa, se lleva a cabo sin haber disminuido nuestros compromisos en otros lugares necesitados con los que estábamos comprometidos, tales como Haití, México (Chiapas), Kenia, Mali y El Salvador", ha asegurado.

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