Dice que no se ha producido "el final que querían los demócratas" porque "desaparece sin reconocer el daño injusto y sin pedir perdón"
SAN SEBASTIÁN, 7 May. (EUROPA PRESS) -
La secretaria general del PSE-EE en Andoain, Maider Lainez, ha lamentado que la disolución de ETA "llega demasiado tarde para más de 800 familias" de las víctimas de la banda y también para el escritor y periodista José Luis López de Lacalle, al que ha recordado este lunes en el 18º aniversario de su asesinato, en el primer homenaje "sin la sombra de ETA".
López de Lacalle ha sido homenajeado con una ofrenda floral junto al monolito situado en el parque que lleva su nombre en esta localidad guipuzcoana, con la presencia de su viuda, Mari Paz Artolazabal, y su hijo Alain y de diversos representantes socialistas. También han asistido Maixabel Lasa, exdirectora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco, o Ignacio Latierro, uno de los promotores de la librería Lagun de San Sebastián, entre otros.
Durante el homenaje, por primera vez sin "la sombra" de ETA, la responsable del PSE en Andoain, Maider Lainez, ha aludido al anuncio de disolución de ETA que se produjo el pasado jueves y ha subrayado que, aunque es "importante" y los socialistas llevaban "mucho tiempo esperando" que se produjera, llega "demasiado tarde".
"Llega tarde para más de 800 familias, para personas como José Luis, que hoy no pueden estar aquí con nosotros porque ETA decidió asesinarle por el simple hecho de pensar diferente", ha lamentado.
Lainez ha señalado que no se ha producido "el final que ETA quería" porque "les hemos derrotado", pero también ha remarcado que no es "el final que queríamos los demócratas" porque ETA "desaparece sin reconocer el daño injusto causado, sin reconocer y renunciar a su pasado y, sobre todo, sin pedir perdón a las víctimas, a todas las víctimas sin exclusión".
MANIFIESTO
El hijo de José Luis López de Lacalle, Alain, ha agradecido a los asistentes su presencia en el homenaje a su padre, asesinado en el año 2000 junto al portal de su casa de Andoain.
Según ha recordado el PSE-EE de Gipuzkoa, la muerte de este intelectual e histórico luchador contra el franquismo dio lugar, el 12 de mayo, a un manifiesto titulado 'No nos callarán' suscrito por los directores de los principales periódicos en que se condenaba el asesinato y toda la violencia de ETA en general.
Amenazado de muerte por ETA y su entorno, comenzó sufrir directamente el acoso de la violencia un año antes. En 1999, en Andoain, aparecieron pasquines en su contra y un mes y medio antes de su asesinato, el 29 de febrero de 2000, desconocidos lanzaron cócteles molotov contra su domicilio y hubo pintadas amenazándole de muerte.
