BILBAO, 12 May. (EUROPA PRESS) -
El prestigioso jurado de Bilbao International Art&Fashion, integrado por profesionales del mundo del Arte, la Cultura y la Moda, como Jon Fiz, Miriam Ocáriz y Jota+Ge, acordó hoy que las ganadoras del certamen sean la navarra Edurne Ibañez en la categoría de prendas de vestir y la alemana Lena Hasibether en la de complementos.
Las ganadoras recogerán su premio el próximo 21 de junio en una gala celebrada en el Museo Guggenheim de Bilbao. Tras el éxito alcanzado en esta segunda edición, en la que han participado 600 jóvenes procedentes de los cinco continentes, concretamente de 38 países, superando incluso la alta participación de la primera, celebrada en 2008 y en la que concursaron 500 personas de 33 países, se puede ratificar que Bilbao "vuelve a exportar moda y a dar un paso importante como referente internacional de las jóvenes promesas del mundo de la moda", indicaron los organizadores.
Las ganadoras se han impuesto a 30 finalistas, escogidos entre los 600 jóvenes que se presentaron a la primera fase del concurso el pasado mes de marzo. Entonces, todos ellos presentaron una colección de tres diseños (1 desarrollado y 2 en boceto) y basada en una corriente artística concreta. En esta fase final tuvieron que presentar las tres piezas totalmente desarrolladas.
En la categoría de prendas de vestir, la navarra Edurne Ibáñez se ha impuesto con su colección "Teardrop", inspirada en la arquitectura modernista que aplica nuevos materiales, interpretando formas de la naturaleza y creando nuevos volúmenes, formas redondeadas y motivos florales.
Entre los materiales utilizados están correas y broches de maletas, Piel de pescado, cableado eléctrico, plumas, cámaras de bicicleta, globos de agua, spray. También ha empleado base de algodones superpuestos, loneta de algodón encerado y bucarán.
En la categoría de complementos, la alemana Lena Hasibether ha ganado con "Roaring Twenties", una colección de complementos reciclados que contienen tocados y broches, relojes y mecanismos de relojería que son desmontados y después montados de una forma nueva.
Su inspiración reside en los felices años 20 del siglo XX; la industrialización, el progreso, el tiempo y el dinero. "Las cosas desechadas tiene una historia que contar y son casi demasiado bellas y preciosas para ser tiradas. Es importante ver las cosas pequeñas e insignificantes que nos rodean y darles un nuevo valor. Sus materiales han sido mecanismos de relojería vieja, rota y desechada. Correas y engranajes de reloj", señalaron desde la organización.
