El activista extremeño de El Aaiún consiguió huir cuando lanzaron gas lacrimógeno contra el campamento

Actualizado: martes, 9 noviembre 2010 15:20

BADAJOZ, 9 Nov. (EUROPA PRESS) -

El activista extremeño Javier Sopeña, que se encontraba en el campamento de El Aaiún cuando Marruecos desmanteló por la fuerza el 'Campamento de la Dignidad', consiguió huir cuando lanzaron gas lacrimógeno.

La miembro del Observatorio de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Badajoz Candela Carrera ha explicado que, "a través de los contactos en El Aaiún" y porque se le ha escuchado en medios de comunicación, han podido saber que Sopeña "se encuentra bien"

Así ha añadido que está alojado en la casa de algún saharaui y que "no se puede concretar el lugar por motivos de seguridad" ya que "salió como pudo, junto a otros compañeros cuando comenzaron a echar gas lacrimógeno" por parte de la policía.

Además ha informado de que Javier Sopeña que se encontraba en el campamento de El Aaiún para poder documentar y "colgar en la red" lo que allí sucedía "viviendo desde hace meses en El Aaiún, y desde que se creo el campamento", y desde allí se trasladaba a la ciudad para dejar testimonio en Internet.

Carrera ha realizado estas declaraciones en una rueda de prensa en la que representantes del Observatorio de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Badajoz (Icaba) han exigido a Naciones Unidas y la Administración española el "cumplimiento del derecho internacional vigente" sobre el territorio del Sáhara Occidental.

Junto a la pacense, han comparecido el decano del Icaba, Luis Márquez; la presidenta del Observatorio, Rosalia Perera; y la observadora Matilda Parejo, quien asistió al juicio contra 7 civiles saharauis el 5 noviembre en Casablanca. Carrera asistió al juicio del 15 de octubre.

En esta comparecencia se han relatado los hechos que vivieron los observadores pacenses en el transcurso de estos juicios a los que los miembros del Observatorio de Derechos Humanos del Icaba acuden para "tomar nota de los procesos" de una forma "imparcial" junto a otros observadores internacionales, y verificar si se respetan las "exigencias mínimas de protección" a los derechos humanos de los acusados, ha señalado Carrera.

Sobre los hechos ocurridos, la observadora Candela Carrera ha recordado que los 7 civiles saharauis, de los que tres permanecen aún en prisión y el resto en situación de libertad provisional, fueron detenidos en octubre de 2009 al desembarcar en Casablanca procedentes de Argelia, y que todos ellos son miembros de asociaciones en pro de los derechos humanos.

Así, y en relación al primer juicio celebrado Carrera ha subrayado que se trata de procesos "absolutamente politizados" y que los 7 saharauis procesados fueron acusados de "traición a la patria" y han sufrido "torturas".

Ha añadido sobre el juicio del pasado 15 de octubre que la vista se celebró, antes de su suspensión, con los abogados marroquíes "increpando" y con "actitud agresiva" hacia los acusados y los observadores, un proceder que no fue impedido por la presidencia de la sala que "no impidió ni los insultos ni las amenazas".

SEGUNDO JUICIO

En cuanto a la segunda vista celebrada el pasado 5 de noviembre, Matilda Parejo ha explicado que los 7 miembros de asociaciones humanitarias son "sistemáticamente torturados" y los que aún continúan en prisión están "incomunicados".

Parejo ha añadido que una vez en Casablanca los observadores de Badajoz, así como los del resto de España y los presentes de Italia, Francia y Suecia, siguieron el protocolo de actuación y presentación para poder estar en la sala y participar en la vista.

La observadora del Icaba ha continuado relatando que el conjunto de observadores pudo acceder a la sala de vistas sobre las 13,00 horas, una sala a la que no habían sido trasladados los tres saharauis que aún permanecen en prisión y que a los amigos y familiares de los encausados no pudieron acceder a la sala.

En el momento de iniciarse la vista cerca de "30 abogados marroquíes", o personas "togadas" "reducen al suelo y golpean" a los cuatro acusados presentes, y ha añadido que la "multitud" presente en la sala de vistas "agredió a varias personas" sin que la policía interviniera.

Matilda Parejo ha detallado que una vez los acusados son agredidos "todo el público asistente empezó" a alterar el orden "apoyando las agresiones", unos ataques que también sufrieron los periodistas presentes, que fueron desalojados por las fuerzas policiales.

Asimismo, la observadora de Icaba ha destacado que al conjunto de observadores se les retiraron las notas que estaban tomando, las cámaras y los móviles con los que habían tomado fotos de los sucedido.

Una vez se ordenó abandonar la sala, los 18 observadores internacionales se quedaron solos "retenidos" junto a 15 policías y algunos abogados marroquíes, aunque se les permitió usar los teléfonos con los que se pudo contactar con el Observatorio de Derechos Humanos de Icaba.

Cerca de una hora y media después se comunica a los observadores que a las puertas del juzgado de Casablanca había una "manifestación no pacífica" y éstos son conducidos al garaje de las dependencias judiciales.

Parejo ha explicado que en este momento los observadores se niegan a abandonar el juzgado marroquí hasta que no se liberara a los 70 saharauis que habían sido detenidos durante los sucesos ocurridos en la sala de vistas.

A través de las diligencias abiertas por el Observatorio de Derechos Humanos de Icaba se persona en los juzgados el Cónsul de España en Casablanca que comunicó a los observadores que sólo puede garantizar la seguridad de los mismos puesto que "no era competencia del consulado español la seguridad de los saharauis", recibiendo por respuesta la negativa a abandonar los juzgados hasta que hubiera constancia de la seguridad del grupo de saharauis.

De esta forma el grupo de 70 saharauis son también conducidos al garaje, donde se permite la salida a las mujeres del grupo, sobre las 19.00 horas de la tarde, momento en el que los policías dan la luz del garaje y "arrinconan" al resto de saharauis presentes, para "posteriormente apagarla y golpear indiscriminadamente".

Matilda Parejo ha indicado que en ese momento los observadores "salen corriendo" hacia la calle donde son "separados por la policía de los saharauis", y que una vez fuera el cónsul les explica que la policía va a llamar a taxis para evacuarlos hasta los hoteles.

Los miembros del observatorio pacense han anunciado que a pesar de estos sucesos volverán a estar presentes en Casablanca cuando se reanude el juicio, en una vista prevista para el 14 ó 17 de diciembre próximo.

Además, Rosalía Perera, ha destacado que el cónsul español "tardó mucho en acudir" y "reaccionar" tras el inicio de las diligencias desde Badajoz para saber cual era la situación de los observadores.

En cuanto a los sucesos ocurridos ayer en el campamento de El Aaiún, Perera ha declarado que el observatorio "condena cualquier acción violenta sobre la población civil" y que en este caso se "ha vulnerado el derecho internacional".

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