BADAJOZ, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
Con la llegada del periodo estival y el final del curso académico, muchos padres no pueden conciliar su vida laboral y familiar y se encuentran con la disyuntiva de qué hacer con sus hijos en verano. Ante esta demanda de ocio infantil, muchos centros lúdicos han apostado por otras alternativas de entretenimiento donde los niños puedan aprender y divertirse jugando. Se trata de los campamentos urbanos.
En declaraciones a Europa Press Televisión, el jefe de actividades de Lusiberia, empresa de campamentos urbanos de Badajoz, Mario Puertos, ha explicado que estas actividades tratan de "concienciar" a los más pequeños para cuidar el medio ambiente y que sean "más responsables". Entre esas actividades, Puertos ha enumerado que los niños pueden jugar entre "camas elásticas, barcas de choque y manualidades".
Por un lado están los 'stage deportivos', unos centros que según el responsable del 'stage' de la Sociedad Casino de Badajoz, Paco Peláez, se basan en el "estímulo deportivo adornado de entretenimiento" ya que en su opinión, el deporte en sí conlleva un "componente de entrenamiento, sacrificio y esfuerzo que a ciertas edades es incompatible con la diversión".
En los 'stage' se dan cita deportes tradicionales como el tiro con arco, el hockey o el ping pong, con talleres que buscan desarrollar las aptitudes artísticas de los más pequeños, como es el caso de los talleres de creación, de música o de baile.
El horario de estos espacios lúdicos es matinal y varía en función del centro, aunque lo habitual es que sea de 8,00 a 16,00 horas. La cuota de pago es de entre 120-150 euros la quincena, y la media de edad oscila entre los 4 y los 12 años.
HORARIOS ADAPTADOS
Según Paco Pelaez, esta tendencia está cambiando, ya que ahora se ha comenzado a admitir a niños cada vez más pequeños con la intención de que los padres puedan "conciliar la vida laboral con la vida familiar", al considerar que con esta medida solucionan "una problemática" y a la vez "una demanda" por parte de sus progenitores.
"Hemos adaptado todos los horarios a las necesidades familiares",ha apostillado Peláez, de tal manera que los padres más rezagados pueden disponer de un servicio de comedor o incluso de transporte desde varios puntos de la ciudad.
Además de un campamento urbano hispanoluso, los usuarios de este centro pueden disfrutar de menús personalizados, monitores titulados en animación sociocultural y de personal sanitario cualificado, en el entorno de un parque acuático.
Este año la crisis ha generado que muchas familias se vean obligadas a cancelar los viajes vacacionales y a permanecer en su ciudad de residencia, lo que ha llevado a los padres a demandar estos servicios durante más quincenas, aunque la principal causa sigue siendo la laboral.
"Se nota que los padres nos demandan otras quincenas pero normalmente los niños que vienen son niños que van repitiendo y se traen a sus amigos porque se lo pasan muy bien", ha destacado el director comercial de Lusiberia, Joan Carlos Márquez.
