Ibarra aboga por que el Rey reúna a las fuerzas políticas para articular un proyecto "plural y descentralizado"

Juan Carlos Rodríguez Ibarra
SUSANA SAUCEDA
Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 17:39

MÉRIDA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

El expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha abogado por que el nuevo Rey Felipe VI "intente de nuevo" posibilitar que se sienten las fuerzas políticas y "sean capaces" de articular un proyecto "plural y descentralizado" que permita "seguir avanzado".

"No encuentro otro camino ni otra solución, porque el coloquio a dos no va a conducir a ninguna parte", ha manifestado Juan Carlos Rodríguez Ibarra durante su ponencia 'La España de las autonomías y el espíritu de la transición', que ha impartido en el curso de la Universidad de Extremadura 'Adolfo Suárez, Extremadura y el espíritu de la transición (1976-1983)' en el Parlamento regional.

Durante su intervención y a preguntas de los asistentes a la ponencia, el expresidente extremeño ha dicho que no cree que los nacionalistas quieran ir a un estado federal asimétrico, sino que en su opinión "quieren ir a la secesión, como es lógico y natural".

"El error que estamos cometiendo es que desde la transición para acá a los nacionalistas siempre se le ha atendido todas sus reivindicaciones", y ha asegurado que "cuando una reivindicación se cumple, inmediatamente se amortiza y se pasa a otra".

Por ello, ha dicho que no ve que con un federalismo asimétrico "las cosas fueran a ser de otra forma distinta", porque el nacionalismo, en su opinión, "aspira siempre a tener su nación, separándose de la matriz".

De esta forma, ha abogado por sentarse "de nuevo" y que digan si quieren estar "juntos o no", y para "estar junto qué exigen" y "a qué renuncian", y ha añadido que lo primero que habría que hacer es fijarse unos objetivos.

"Estamos en una situación de incertidumbre, no sabemos nada", ha considerado el expresidente, que ha insistido en que no ve "nada claro" y que no sabe qué país se va dejar a los hijos.

DIÁLOGO Y "GENEROSIDAD"

En otro orden de asuntos, Ibarra ha indicado que a la muerte de Franco "lo que todo mundo intuía dentro y fuera de España" era que "lo más seguro" es que hubiera un enfrentamiento y el "rencor se apoderada de los ciudadanos en ese enfrentamiento".

"Y así empezó la cosa", ha aseverado, que ha añadido que el presidente del Gobierno de entonces, Arias Navarro, "era una persona que seguía con el espíritu de la dictadura, persiguiendo a todo aquel que se ponía por delante en contra del régimen del cual era presidente del gobierno".

Sin embargo, ha precisado, la transición se basó "fundamentalmente" en el diálogo presidido, a su juicio, por la "generosidad de todos cuantos participaron en él". Así que, ha insistido, "frente al enfrentamiento previsible, el diálogo; y frente al rencor previsible, la generosidad de la gente".

De esta forma, ha añadido que se trató de buscar entre todos puntos de encuentro, que después se tradujo en una Constitución "de todos y para todos", que permitió que gobernara "el centro-izquierda, el centro-derecha, la derecha, la izquierda, con mayorías o con minorías".

Dicho esto, Ibarra ha señalado que "la izquierda trató por todos los medios de endurecer las causas por las que se podía reformar" como consecuencia de la "desconfianza" que tenía de que "gobernando la derecha no se cargara esa Constitución o la reformara haciéndola irreconocible".

"Ahora sorprendentemente es la izquierda la que quiere reformar la Constitución y es víctima de su propia desconfianza", ha manifestado el expresidente, que ha apostillado que le "costará mucho trabajo reformarla como no cuente con la colaboración del otro gran partido, el Partido Popular".

Sobre la reforma de este texto, ha señalado que habría que tratar de decir qué es lo que hay que reformar, y antes de reformar ha planteado aprovechar las "ventajas que ofrece la Constitución para tratar de desarrollar aquello que en la Constitución todavía no está desarrollado".

También ha indicado que se realizó un conjunto de leyes que, en su opinión, permitieron "progresar" a los españoles y "superar el aislamiento de casi 300 años en el que había estado sometido" el país. Entre esas leyes y acuerdos ha mencionado los Pactos de la Moncloa, que fue el "instrumento" que usaron para "poder dar respuesta a una serie de situaciones que no solamente fueron de tipo económica".

"EXIGENCIAS Y RENUNCIAS"

Por otro lado, Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha asegurado que el tiempo aquel era "mucho más complicado" que el actual, y ha añadido que la transición fue una "operación inteligente, civilizada y generosa" y se hizo a base de "exigencias y renuncias".

En este sentido, ha aludido al "pacto institucional" que se hizo antes de llegar a la Constitución, donde hubo "ese diálogo generoso" entre las fuerzas políticas del régimen de entonces y los que estaban en la oposición o la clandestinidad que permitió llegar a las elecciones de 1977.

De las dos operaciones que se hicieron, tales como pluralismo político y descentralización administrativa y reconocimiento de los hechos diferenciales, ha señalado que la primera de ellas "no ofreció especiales problemas".

Sin embargo, el expresidente ha apuntado que la segunda parte del pacto era, en su opinión, "algo más complicado", que fue la descentralización, que era hacer una democracia en la que se reconocieran los hechos diferenciales y se repartiera el poder, que hasta entonces había estado "solamente" en el poder central.

Según Ibarra, el "éxito" de esta operación se basó en que "la suma de las resultantes no era una suma cero", de tal forma que el poder central después de la operación de descentralización, del reconocimiento de los hechos diferenciales y de la puesta en marcha de los estatutos de autonomía, "por primera vez en su historia perdía competencias que ganaban los territorios".

El resultado, en opinión de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, fue que el poder central "pierde competencias y se hace más fuerte, y los territorios adquieren competencias y se hacen más fuertes", y ha apostillado que esa fue la "gran operación que se hizo con la descentralización".

REPRESENTACIÓN, COHESIÓN Y COORDINACIÓN

En la misma línea, el expresidente ha indicado que el poder central se queda con tres competencias "verdaderamente importantes" para un ciudadano que habita en un país, tales como el poder de representación, el de cohesión y el de coordinación. "Esto es lo que el Gobierno, el poder central nunca debería perder en un estado compuesto y descentralizado".

Al respecto, ha señalado que ahora que hay una parte del territorio que quiere ejercer una competencia que, ha dicho, "no le corresponde y que no puede ser cedida porque rompe la cohesión nacional", el Gobierno central "no tiene otro camino que decirle que no es posible".

"Yo de las pocas cosas que estoy de acuerdo con el presidente Rajoy es en lo que está haciendo respecto al intento secesionista de Cataluña", y ha considerado que con Cataluña "no hay que hacer nada".

En este sentido, ha manifestado que la "deslealtad de los nacionalistas no es una cosa nueva", sino que en su opinión "viene desde siempre" y "siempre se produce la deslealtad de los nacionalistas cuando España está en crisis".

SOBRE EXTREMADURA

A preguntas de los asistentes al curso, Juan Carlos Rodríguez Ibarra se ha centrado en la región, donde se ha mostrado convencido de que "si la autonomía no hubiera existido, Extremadura hubiera desaparecido", porque había un "proceso de hemorragia de la gente yéndose por miles".

Para el expresidente, la autonomía ha sido un "milagro", y cree que la región ha conseguido equipararse en "muchísimos aspectos" a la media de bienestar del resto de las comunidades autónomas de España.

Finalmente y ante la situación de desempleo en la región, Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha apostado por una cooperativa única, invertir en innovación y "arriesgar".