SANTIAGO DE COMPOSTELA, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Xunta amplía de 30 a 50 metros la distancia de árboles de fácil combustión (pirófilas) de zonas de riesgo, como aquellas con poca altitud o pendiente superior al 10%, así como las caras norte de las provincias de Pontevedra y A Coruña, en donde el viento del nordeste sopla con mayor peligrosidad hacia zonas habitadas.
Esta es una de las medidas que incluye la Xunta en la ley de acompañamiento a los presupuestos para 2018, entre la batería de cambios normativos que incluye para mejorar la prevención contra incendios.
La ampliación a 50 metros de las árboles pirófilas también es extensible a gasolineras, cámpings e instalaciones industriales con material inflamable.
Además, se prohíbe por completo la plantación de acacias a menos de 50 metros de edificios. También se obliga a que en estas franjas de gestión de biomasa los eucaliptos y pinos guarden una distancia mínima de 10 metros entre cada ejemplar.
Asimismo, en el entorno de las subestaciones eléctricas y estaciones de telecomunicaciones se obliga a la retirada de especies pirófilas a menos de cinco metros de distancia.