Denuncia que las industrias están creando "la tormenta perfecta" para ofertar en pocos días una rebaja sustancial del precio en origen
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Unións Agrarias (UU.AA.) urge a la Xunta a convocar una mesa de negociación entre industrias y productores lácteos con el objetivo de firmar contratos con una duración de 12 meses y precios "razonables" para la entrega de leche en la campaña que comenzó este 1 de abril, la última sin cuotas.
El secretario xeral de la organización agraria, Roberto García, ha denunciado en rueda de prensa que la situación que se vive desde este martes en la comunidad es de "ilegalidad", pues la ley de cadena alimentaria obliga a firmar contratos entre las partes y, de acuerdo con los datos que maneja Unións, la mayor parte de los suscritos en Galicia --9.830 según los datos de la Interprofesional Láctea-- vencieron "a finales de marzo", a excepción de unos 1.200 que se corresponden con la empresa Leite Río y que calcula que terminarán dentro de tres meses.
En este escenario, García ha asegurado que las industrias están creando "la tormenta perfecta" en las últimas semanas, con "casualidades" como el establecimiento de "paradas técnicas" que se dieron en varias fábricas para, según el líder de este sindicato, "crear la sensación de que sobra leche". Ello, al tiempo que siguen entrando en territorio gallego cisternas de leche importada de otros países --fundamentalmente Francia-- que, según afirma, se pagan por debajo de lo que perciben los ganaderos galos, es decir, "venta a pérdidas" o "dumping".
A juicio del responsable de UU.AA., esta estrategia tiene por intención transmitir la idea de que las industrias "no saben lo que van a pagar" para, dentro de unos días --la semana que viene según sus cálculos--, ofrecer contratos con un precio "sustancialmente" inferior al que se viene pagando en los últimos meses, situado ahora mismo en unos 39 céntimos el litro. "Qué casualidad", ha ironizado.
"DECISIÓN UNILATERAL"
Roberto García ha advertido de que no se dan en el mercado circunstancias que justifiquen esta disminución del precio en origen, para lo que se ha remitido a los datos relativos a costes de producción y el valor que alcanza la leche en los principales países productores de Europa --entre los que se encuentran Francia, Alemania y Holanda--.
Es por esto que Unións Agrarias considera "urgente" convocar a industrias y ganaderos, para "impedir que se lleve a cabo esta decisión de la industria que se está fraguando con el consentimiento de la administración".
En este sentido, su secretario xeral contrapone lo que plantean los productores --que, según ha dicho, quieren contratos por un año que contemplen la revisión del precio trimestralmente mediante un sistema de 'indexación', en función de esos costes de producción y la variación de los precios del mercado europeo--, con lo que censura que proponen las industrias, que es "su decisión unilateral".
CRÍTICAS AL "TRIUNFALISMO"
García ha atribuido "triunfalismo" tanto al Gobierno central --personificado en el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete-- como a la Xunta --en la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana y el presidente, Alberto Núñez Feijóo-- y, al igual que hiciera el portavoz del PSdeG en materia agraria el pasado lunes, ha avisado de que "los que se colgaron las medallas" ante la recuperación de precios en el sector lácteo ahora "van a tener que atarse los machos".
"Es una situación extremadamente grave la que se puede dar", ha incidido el portavoz de UU.AA., al augurar que, en las mismas circunstancias que hace un año, "se puede dar una bajada de precios de la leche por decisión unilateral de la industria y sin la cobertura legal" que otorgan los contratos.
Así, en un "momento decisivo" --pues a partir de 2015 desaparece el sistema de cuotas que fijaba los topes de producción-- y ante la incapacidad de obligar a sentar a la industria de la única OPL gallega --organización de productores lácteos--, rechaza "trilerismo político" por parte de las administraciones y envía un mensaje claro al Ejecutivo gallego: "Hágales sentarse --a productores e industrias-- a negociar un precio y firmar un contrato por un año".
