VIGO, 1 (EUROPA PRESS)
Los ayuntamientos de Arbo y Crecente (Pontevedra) han convocado este domingo, día 3 de julio, sendas concentraciones en recuerdo de los vecinos de estas dos localidades que aparecieron sin vida en un vehículo a principios de julio de 2015.
Cuando se cumple el primer año desde la tragedia, los consistorios de ambos municipios han decidido convocar estas movilizaciones --a la que han sido invitados los alcaldes de la comarca--, como ya hicieron el pasado año con posterioridad al hallazgo de los cuerpos.
En Crecente la concentración será a las 12,00 horas delante del Ayuntamiento, tras lo que se plantará un árbol en la rotonda de la carretera de Crecente; y posteriormente, a las 13,00 horas, la movilización será en la Praza do Concello de Arbo.
El alcalde de esta última localidad, Horacio Gil, ha manifestado en declaraciones a Europa Press que con estos actos "íntimos", los dos municipios buscan "manifestar el sentir y el recuerdo" hacia estas dos personas. "Estas cosas no se pueden olvidar para que nunca mas vuelvan a suceder", ha sellado.
Asimismo, el regidor de Crecente, Julio García-Luengo, ha explicado a Europa Press que estos actos han sido convocados en recuerdo de los dos vecinos y, precisamente con este motivo, aunque son las fiestas del lugar, éstas se suspenderán "por respeto" durante el tiempo que se prolonguen los actos en esta localidad.
UN AÑO DESDE EL CRIMEN
Los cuerpos de los jóvenes Sergio Rodríguez Fernández, de 36 años de edad, y Beatriz Rodríguez Mariño, de 30 años, que llevaban unas semanas de relación sentimental, fueron encontrados el 3 de julio de 2015 en un coche en un monte de A Telleira, en Arbo, con indicios de haber recibido disparos, supuestamente de una escopeta.
Tras este acontecimiento fue detenido Arturo D.S., expareja de Beatriz y padre de una hija de ocho años que tenían en común. El hombre es aficionado a la caza, de hecho, fuentes cercanas al caso explicaron a Europa Press que el detenido es titular y propietario de varias armas de fuego.
Este varón será juzgado por un jurado popular aunque, a pocos días que se cumpla un año desde el suceso, la causa sigue en fase de instrucción y está pendiente que la Fiscalía y las partes elaboren sus escritos de calificación. Las familias de las víctimas ejercen la acusación particular y la Xunta la acusación popular, al tratarse de un posible caso de violencia machista.
