Galicia alberga actos de apoyo con el respaldo de En Marea, BNG y otros colectivos nacionalistas, mientras PP y PSOE se oponen a la consulta
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
"Los gallegos traíamos la cultura que traíamos, esa concepción de que nuestra tierra era lo peor... y a los chavales había que venderles otras cosas. Ahora los resultados están ahí", reflexiona Ernesto Lagarón, presidente de la Unión de Asociaciones Gallegas en Cataluña, quien constata que a día de hoy son "muchos", sobre todo entre la segunda generación, los emigrantes que "están apoyando" el proceso soberanista.
Y es que, como ha explicado en declaraciones concedidas a Europa Press, "esto no surgió hace cuatro días", a diferencia de lo que se pueda creer, sino que "hace muchos años que se está gestando" aprovechando la "ausencia" del Gobierno central.
"Ellos cambiaron la Historia, en los colegios vendieron una Historia que no existe, y el Estado estuvo ausente siempre, con el PSOE y con el PP, por los pactos o por lo que fuera", ha proseguido Lagarón, crítico con "políticos de tres al cuarto" que "sólo miran por sus intereses".
Con esa visión coincide José Carlos García, presidente de la Xuntanza de Asociacións Galegas en Cataluña, quien también ha señalado a Europa Press que "los hijos" de emigrantes de distintos territorios españoles "se han creído una versión de la realidad muy transformada".
Hasta el punto, ha profundizado, de que "hay familias" gallegas que "han discutido", y en las que hay "división", a causa de la cuestión catalana. Con todo, ha interpretado que la mayor influencia del proceso en la colectividad a la que representa será de carácter económico.
"Huidas de capitales, algún boicot del resto de los españoles a los productos que se producen aquí...", ha enumerado, antes de sostener que el daño a la economía catalana ya se está produciendo, aunque no se perciba por el momento. "En realidad pudimos haber crecido muchísimo más", ha apuntado, toda vez que hubo empresas que decidieron marchar aunque otras que se han instalado han ido "tapando ese hueco".
REPERCUSIÓN "SOCIAL"
En esa cuestión ha reparado también Lagarón, quien se ha mostrado consciente de que "muchas empresas" están trasladando su domicilio social fuera de Cataluña aunque mantengan las fábricas. "Eso contribuye a que la comunidad se vaya empobreciendo", ha evidenciado.
Con todo, pese a estar convencido de que "económicamente se va a notar bastante", lamenta que la mayor repercusión es "social". "Se está produciendo una crispación que no se puede negar", ha remachado.
Además, ha alertado de las consecuencias que tendrá para el resto de autonomías, pues tras esta "algarada" se buscará "una solución seguramente muy favorable para Cataluña, y perjudicial para el resto".
"Al final, el resto de comunidades son las que pagan esta fiesta", ha opinado, no sin alertar de que, si Cataluña y País Vasco "siempre consiguen algo" con sus reivindicaciones, los demás territorios "se tendrán que plantear si pintan algo también".
"ES UN ATROPELLO"
Y, después de que José Carlos García calculase que son 80.000 los gallegos residentes en Cataluña y de que diese por hecho que los responsables de la Generalitat "van a llegar hasta el final", Ernesto Lagarón se ha referido al proceso como "un atropello a los derechos fundamentales de las personas".
Al hilo de ello, ha hecho hincapié en que la consulta "no tendrá ninguna validez" y, es más, ha pronosticado que la independencia no vencería "si se votase de verdad".
Por su parte, el presidente de la Xuntanza de Asociacións Galegas en Cataluña ha juzgado que, pese a que "se vende" que los catalanes están "enfrentados al resto" de España, en realidad está "media Cataluña enfrentada a la otra media". "Están obviando que la otra mitad no está con esos postulados", ha sentenciado.
Tras cuestionar también el "sucedáneo de referéndum", ha puesto el foco en que "el discurso de confrontación con España" ha dado como resultado "pasar de 300.000 independentistas de ERC y algún antisistema a dos millones de personas en la calle".
ACTOS Y APOYOS EN GALICIA
Entre tanto, en los últimos días Galicia ha acogido varios actos de apoyo al referéndum en distintos formatos. El miércoles, coincidiendo con las detenciones de varios cargos del Gobierno catalán en un operativo contra la organización del referéndum, cientos de gallegos salieron a la calle en las siete ciudades.
Las protestas estaban convocadas por la plataforma Galiza com Catalunya, que aglutina a diversos colectivos de la órbita nacionalista. La misma plataforma ha llamado a la ciudadanía a participar en una manifestación en la capital gallega en la víspera del 1-O para reivindicar "el derecho a decidir de los pueblos".
En estos actos, ha sido notoria la presencia de dirigentes políticos de dos fuerzas con representación parlamentaria, como En Marea (el partido instrumental en el que está integrada la formación nacionalista Anova) y el BNG.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz parlamentario de En Marea, Luís Villares, ha reivindicado "el derecho a decidir y el principio de la proporcionalidad". Su formación, de hecho, emitió un comunicado respaldando explícitamente el referéndum y su viceportavoz (también portavoz nacional de Anova), Antón Sánchez, ha llamado públicamente a la "desobediencia civil cívica".
Por su parte, Villares ha sufrido los ataques directos del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien le deseó en un cara a cara parlamentario que "nunca vuelva a dictar una sentencia" en Galicia, en alusión a su condición de magistrado del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en excedencia.
"Lo único que hay es un intento de desprestigio y de matar al mensajero. No soy más que el mensajero de una corriente de opinión que expresa una idea básica: que en democracia hay que expresar libremente la opinión. Es poco democrático por parte de Feijóo desear la muerte civil a alguien simplemente por expresar unas ideas discrepantes", ha esgrimido.
"GALICIA NO PUEDE QUEDARSE QUIETA"
La portavoz parlamentaria del BNG, Ana Pontón, también ha abogado por el derecho a decidir, al tiempo que ha alertado de la "deriva absolutamente antidemocrática" que se vive en España y se ha reafirmado, en declaraciones a Europa Press, en que "Galicia no puede quedarse quieta mientras los demás se mueven".
Por ello, el Bloque pretende impulsar que Galicia supere el actual marco estatutario y lo hará con iniciativas en la Cámara gallega, pero también fuera de ella. "Creemos que tiene que haber un reconocimiento de Galicia como nación no como algo formal, sino real", ha subrayado.
RECHAZO DE PPDEG Y PSDEG
Enfrente, el secretario general del PPdeG y viceportavoz en la Cámara, Miguel Tellado, ha ratificado el rechazo de su partido a un referéndum que "no tiene soporte legal" y que ve "como un ataque a la democracia del país". Crítico con quienes buscan en Galicia "la confrontación identitaria", ha defendido las actuaciones del Gobierno central para hacer frente "a este desafío".
De hecho, ha opinado que Mariano Rajoy es "el mejor presidente del Gobierno para hacer frente" a lo que considera "una provocación", ya que "la respuesta más acertada debe ser la moderación acompañada de la firmeza".
Partidario de actuar con "proporcionalidad" y de "sentarse a dialogar" para evitar que "los puentes se quiebren hasta el punto de que no haya después posibilidades de reconstrucción" se ha mostrado, en declaraciones a Europa Press, el portavoz parlamentario del PSdeG, Xoaquín Fernández Leiceaga.
Leiceaga ha apelado a parar el referéndum, pero también ha llamado a "no confundir a la opinión pública" y ha reprobado la "estrategia de provocación" de las autoridades catalanas. Y es que, a su juicio, dicha forma de actuar sumada a la "estrategia de confrontación" de Rajoy conduce a España a "una situación muy preocupante".