Actualizado: jueves, 9 marzo 2017 12:48

   La familia acudirá al juzgado porque considera que "no repara" el daño causado, ya que la demora les llevó a interrumpir el segundo embarazo

   FERROL, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El Sergas indemnizará con 32.000 euros a una pareja de Ferrol por tardar dos años en comunicar el resultado de un cribado neonatal de fibrosis quística, que llevó a la mujer a interrumpir su segundo embarazo al enterarse con esa demora de que la prueba había dado positivo para la enfermedad.

   Así lo ha informado la Asociación El Defensor del Paciente en un comunicado, en el que explica que el joven matrimonio presentó reclamación patrimonial contra el Sergas por los "daños y perjuicios" derivados del retraso en la comunicación de una "muy grave enfermedad que padecía su hijo recién nacido".

   Los hechos sucedieron en enero de 2011 cuando, tras nacer su primer hijo, la pareja quedó a la espera de los resultados del cribado de metabolopatías que, "al parecer por razones técnicas, nunca explicadas a los padres, se iba a demorar más que el resto de las pruebas", según relata la asociación, que añade que "lo normal es que dicho resultado no vaya más allá de unos pocos días".

   "Los padres salieron con su primer hijo del hospital e hicieron vida absolutamente normal, llegando a buscar un segundo, lo que consiguieron al quedarse embarazada la madre, sin sospechar, en modo alguno, que su primer hijo padeciese dolencia alguna", según sostiene El Defensor del Paciente.

"NEFASTA SORPRESA"

   La "nefasta sorpresa", según indica la asociación, "se la llevaron los padres cuando a finales de diciembre de 2012 se les comunicó que el resultado de las pruebas metabólicas del cribado neonatal era positivo para fibrosis quística".

   "A partir de ese momento su vida cambió de forma radical", según sostiene y explica que en ese momento la mujer estaba embarazada, por lo que se hicieron de forma urgente las pruebas para detección en el feto como posible portador de dicha enfermedad, las cuales resultaron positivas, "por lo que se vio obligada a interrumpir el embarazo en una clínica de Madrid".

   Tras estos hechos, y la comunicación de la existencia de tan grave enfermedad, la mujer "fue tratada por sufrir cuadros de ansiedad y un trastorno adaptativo, que requirieron atención especializada, un grave daño moral a los dos cónyuges que ya se habían planteado tener su segundo hijo, lo que afectó gravemente a la pareja incluso a nivel laboral y extremó los cuidados del primer niño que, hasta ese momento, fue criado como un niño completamente sano", según destaca El Defensor del Paciente.

   Sanidade "reconoce no solo el transcurso de casi dos años para informar a los padres del resultado de las pruebas metabólicas de cribado neonatal, sino que tampoco se ofreció explicación plausible por parte del laboratorio de metabolopatías del Sergas de ese retraso", según matizan las mismas fuentes .

   Por ello, el Consello Consultivo y la resolución de la Consellería de Sanidade recogen, según concreta la asociación, que "la demora en la comunicación de los resultados de la enfermedad que padecía el primer hijo estuvo en el origen de la decisión de interrumpir la gestación del segundo en la semana 21 de gestación, además de causar un trastorno adaptativo". "Todo esto pudo haberse evitado de haber accedido a esa información con anterioridad", sentencian.

JUZGADO

   Por ello, Sanidade ha dictado una resolución administrativa por la que indemniza a la familia en la suma de 32.000 euros por los daños y perjuicios. Sin embargo, la familia ha decidido acudir al juzgado, ya que considera que esa suma "no repara de forma integral del daño causado", según ha trasladado la asociación.

   En este sentido, la presidenta de la Asociación El Defensor del Paciente, Carmen Flores, ha manifestado que "estos hechos son inauditos en pleno siglo XXI, donde la tecnología, al servicio de la salud de las personas, no debería fallar".

   En este caso, señala que un fallo "humano" en la comunicación del resultado de una prueba "causó un severo daño a una familia que no tenía el deber de soportar". "Hay que ponerse en la piel de la joven madre perdiendo a su segundo hijo, en un viaje sola a interrumpir el embarazo a Madrid por culpa de la desidia del Sergas. No hay indemnización que pague esto", ha concluido Flores.

 

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