Huelga de autobuses en A Coruña
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 26 junio 2017 17:06

Replican a la conselleira que "tiene que cumplir el acuerdo tácito" y reunir a patronal y centrales en la misma mesa para abordar el plan

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los sindicatos del transporte mantienen la convocatoria de huelga de autobuses este martes y miércoles en la comunidad autónoma, paros para los que esperan de nuevo un seguimiento alto por parte de los trabajadores.

La huelga responde a dos motivos: el rechazo al plan de reordenación de líneas de la Xunta, en el que advierten la posible pérdida de puestos de trabajo --por la integración de transporte escolar en el regular-- y la situación de bloqueo de los convenios colectivos, que tienen carácter provincial.

Así las cosas, y pese al llamamiento realizado este lunes por la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, a desconvocar el paro, Galicia vivirá dos nuevas jornadas de huelga de autobuses, con las negociaciones rotas entre Xunta y sector.

El seguimiento en los dos primeros días de paro fue masivo y el impacto mucho mayor debido al incumplimiento de los servicios mínimos, fijados en un 40% para las líneas regulares y en el 100% para el transporte escolar.

El fin de las clases marcará necesariamente una menor afección en el desarrollo de la huelga estos días, en los que, además, está por ver si tiene la misma efectividad la acción de los piquetes, que fueron denunciados por la Xunta y reprobados también, a través de notas de prensa y a posteriori, por las empresas.

Las centrales rechazan esta "demonización" de los piquetes y aseguran que el "éxito" de la convocatoria se debe a la concienciación de los trabajadores. "No quieren trabajar y esto tiene visos de ir a más", ha advertido este lunes, en declaraciones a Europa Press, Marcos Pérez, de CC.OO.

Pérez subraya que la conselleira "tiene que cumplir el acuerdo tácito" y convocar a empresas y organizaciones sindicales a la misma mesa, para renegociar el nuevo plan de transporte.

Por su parte, Beatriz Meilán, de UGT, ha lamentado que todo lo que saben los sindicatos de este llamamiento a la desconvocatoria es "a voz alzada", a través de los medios de comunicación.

LA PINZA: UN RECHAZO COMÚN

También Anetra, Fegabús y Transgacar (afectadas en un 90% por la reordenación de unas 500 líneas en la primera fase del plan, que implica principalmente a las provincias de Lugo y la ourensana) reclaman volver al punto inicial del viernes 16, cuando Infraestruturas convocó una mesa de negociación a tres bandas para el lunes. Horas antes, modificó el formato y lo convirtió en encuentros dos a dos, lo que provocó el enfado de las dos partes implicadas.

La conselleira Ethel Vázquez, por su parte, ha insistido este mismo lunes en que las citas deben ser bipartitas, puesto que los intereses son distintos. Y en las últimas horas lanzó duras críticas al comportamiento de Anetra, Fegabús y Transgacar: primero dijo que los derechos de los trabajadores no pueden usarse como forma de coacción a la Xunta y luego, que estos derechos y el empleo es lo que "más preocupa" a la Xunta, al margen de los fines "empresariales".

Después de un primer plantón de sindicatos y patronal --el segundo vendría el jueves de la mano únicamente de las centrales-- y una primera jornada de huelga con incumplimiento masivo de los servicios mínimos, Vázquez anunció, junto al conselleiro de Educación, la apertura de expedientes informativos a las empresas, pendiente de que se conozca si derivan en sanciones.

LA CLAVE: EL TRANSPORTE ESCOLAR

Las confederaciones de padres de alumnos, por su parte, decidieron dar un paso a un lado y descartan movilizarse contra las intenciones de la Xunta, pero sí estarán "vigilantes" para asegurar una correcta convivencia de escolares y adultos en las líneas que prevé integrar el Gobierno gallego en el rural.

Y esta es, en concreto, la clave de la que se deriva el conflicto, ya que los sindicatos temen que la integración de servicios escolares en los regulares implique destrucción de puestos de trabajo y las empresas dan por hecho la pérdida de negocio para compañías de mediano y pequeño tamaño.

Por su parte, la titular de Infraestruturas niega la mayor, y afirma de hecho que lo que se busca de hecho es "blindar" el empleo mediante la subrogación, que es obligatoria por ley, y promete incluso un aumento del mismo a través del incremento del número de cuidadores, de las horas y de los kilómetros de conducción.

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