Una testigo: "Gracias al juez es que se encontró el Códice, si no se queda allí. No lo encontraban más"

Acusados en el juicio por el robo del Códice Calixtino.
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 27 enero 2015 13:26

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El juez instructor de la investigación del robo del Códice Calixtino, José Antonio Vázquez Taín, jugó un papel clave en la localización del documento, al "insistir" a los policías que participaban en el registro de un trastero en O Milladoiro que buscasen en la caja en la que, minutos después, aparecería el manuscrito sustraído de la Catedral.

"Gracias al juez es que se encontró el Códice, si no se queda allí", han sido las palabras pronunciadas este martes por María Begoña Bravo en los juzgados de Santiago, donde ha comparecido como testigo en el proceso que se sigue contra José Manuel Fernández Castiñeiras, su mujer y su hijo.

Begoña Bravo, junto a su marido Mauricio García, participaron como testigos en el registro que la Policía realizó en un trastero de O Milladoiro, propiedad del principal acusado, en el que se encontró el Códice.

Ambos, durante su comparecencia este martes ante el tribunal, han recordado cómo la Policía entró al bar que regenta su hijo --anexo al garaje donde estaba el trastero-- y les solicitó que participasen como testigos en el registro.

En este operativo tomaron parte entre tres y cuatro policías, han recordado los testigos, aunque no los detenidos ni sus abogados y el juez instructor llegó al lugar "poco" antes de localizar el Códice.

UNAS DOS HORAS

Begoña Bravo ha contado que el registro de este trastero duró "unas dos horas" y se realizó de forma minuciosa. "Había mucha porquería", ha contado la testigo, que ha enumerado bolsas de cemento, papeles, plásticos y hasta una "cabeza de alce".

Antes de localizar el manuscrito sustraído, los agentes encontraron en este trastero "muchos papeles", algunas "bandejas" y "algún libro más" perteneciente a la Catedral, ha apuntado Mauricio García.

Fue el juez instructor, no obstante, el que "insistió", al llegar al lugar, en que "mirasen bien en el lugar en el que apareció el Códice". "Llegó el juez y preguntó '¿que hay en esa caja?' y le dijeron 'sólo cemento', y les respondió 'sáquenlo'", ha narrado Begoña Bravo.

Tras retirar el "cemento", la testigo ha recordado cómo los agentes "sacaron una bolsa, la rompieron y, debajo de los papeles, salió el Códice". "Gracias al juez es que se encontró el Códice, si no se queda allí. No lo encontraban más, ya lo debajan", ha sentenciado.

QUINTA JORNADA

En la quinta jornada del juicio por el robo del Códice Calixtino han declarado también varios agentes de Policía que participaron en las diligencias de la investigación, entre ellos la policía que actuó como secretaria y número dos del jefe de la Brigada de Patrimonio, Antonio Tenorio.

Además, han narrado brevemente su intervención ante el tribunal un agente que participó en la inspección del Archivo de la Catedral el día de la desaparición del Códice y un policía que recogió la maleta con dinero que se localizó en el patio de la vivienda del acusado.

Finalmente, también ha declarado la agente que recogió la cámara de seguridad instalada en el despacho del administrador de la Catedral, que fue enviada a Madrid, y que tomó parte en el registro del vehículo de Castiñeiras; y el policía que realizó el volcado de las imágenes de las cámaras de seguridad del claustro, que no las visionó.