Las turberas gallegas presentan mayor tasa de acumulación de carbono para hacer frente al cambio climático, según la USC

UNIVERSIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA
Actualizado: lunes, 17 septiembre 2018 16:38

   Un estudio demuestra que su efecto sumidero perdurará hasta 2100 y luego disminuirá hasta que pasen a emitir más CO2 del que capturan

   SANTIAGO DE COMPOSTELA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La turberas de Galicia --sitio donde yace la turba, carbón fósil formado por residuos vegetales de color pardo oscuro, aspecto terroso y poco peso-- se encuentran entre las que presentan una mayor tasa de acumulación de carbono a nivel mundial --y, por tanto, de secuestro de CO2 presente en la atmósfera, según refleja un estudio de la Universidade de Santiago de Compostela (USC).

   En un comunicado, la universidad compostelana ha destacado que, globalmente, las turberas acumulan entre 530 y 690 mil millones de toneladas de carbono, lo que equivale a todo el presente en la atmósfera terrestre, actuando como sumidero del mismo.

   El hallazgo acaba de hacerse público en un artículo publicado en la revista 'Nature Climate Change', firmado por un equipo internacional en el que colaboran Noemí Silva Sánchez y Antonio Martínez Cortizas, del grupo de investigación Ciencia do Sistema Terra de la USC.

   En concreto, la institución académica ha explicado que las turberas son espacios naturales que participan en múltiples funciones ecológicas, como la "regulación" de la descarga de agua hacia los ríos o la "depuración" del agua, y hacen de reservorio de biodiversidad, "además de ser auténticas bibliotecas en las que está escrito nuestro pasado".

   Al respecto, los coautores del estudio han añadido que "dado el delicado equilibrio entre captar y liberar carbono, y, por tanto, entre pasar de sumidero a fuente, la protección y recuperación de las turberas deberían ser objetivos prioritarios tanto en Galicia como en España".

ANÁLISIS DE 294 TURBERAS

   En el trabajo ahora publicado se utilizaron como referencia 294 perfiles de turberas distribuidas a nivel mundial para construir un conjunto de datos de la acumulación global de carbono en el último milenio entre los años 850 y 1850.

   Se escogió este periodo de tiempo, tal y como han precisado los investigadores de la USC, porque climáticamente lo consideran "relativamente similar al presente", lo que permite "comparaciones con el espacio climático moderno a escala planetaria".

   En el artículo, el equipo de investigación recuerda que las turberas conservan un registro estratigráfico de acumulación neta de carbono, el resultado neto de la respiración de las plantas. Se trata de información valiosa ya que "estos registros pueden utilizarse para examinar el comportamiento del freático de las turberas a lo largo del tiempo", han indicado.

SUMIDEROS HASTA 2100

   El estudio concluye que la acumulación de carbono en las turberas durante los últimos mil años sigue un patrón de aumento desde las latitudes altas a las medias, para disminuir desde aquí hacia la zona tropical.

   Así, según han explicado los investigadores de la USC, las proyecciones realizadas bajo escenarios de cambio climático sugieren que las turberas continuarán siendo sumideros netos de carbono atmosférico --cuando se produce una captación de carbono mayor que su emisión-- hasta el año 2100, aproximadamente.

   A partir de entonces, su efecto sumidero disminuirá pudiendo pasar a emitir más carbono que el que capturan aproximadamente a finales del siglo XXI.

INVENTARIO DE 10.000 HECTÁREAS

   El grupo de investigación de la USC inventarió casi 10.000 hectáreas de turberas de montaña, entorno en el que se estima que se acumularon entre 10 y 16 millones de toneladas de carbono. Estas cifras "equivalen a un intervalo de 25-40% del carbono almacenado en todos los bosques de la Comunidad gallega, o entre el 5 y el 8% del almacenado en total en los bosques españoles", según ha indicado la propia institución académica.

   Al respecto, tal y como han añadido los investigadores Martínez Cortizas y Silva Sánchez, "dado que prácticamente todo el carbono de la turba fue tomado directamente de la atmósfera por las plantas de las turberas, esto equivale a entre 37 y 50 millones de toneladas de CO2".