Desvincula su permanencia en el Parlamento del resultado del proceso y no relevaría a Leiceaga como portavoz de forma "automática" si gana
Cree que sus oponentes carecen de "la frescura necesaria" para abrir "una nueva etapa" en el partido y se reivindica "libre de líos anteriores"
SANTIAGO DE COMPOSTELA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -
"Que se digan las cosas claras, ya está bien de juegos". Crítico con la posibilidad de que sus rivales en las primarias del PSdeG hayan sellado ya una "prealianza", Juan Díaz Villoslada (Ourense, 1965) reclama "transparencia" y que se den a conocer ese tipo de estrategias para "no engañar a la militancia".
"Si esta semana registramos las precandidaturas, no puede ser ya pensando en alianzas", insiste este ourensano afincado en A Coruña en una entrevista concedida a Europa Press, en la que razona que "si uno se presenta, es para conseguir la victoria" mientras abunda en que los afiliados, que son "los protagonistas de este proceso", tienen derecho a saber "si cada precandidato quiere llegar al final o no".
No esconde tampoco su opinión de que "está bien" que el liderazgo de su organización política se dirima entre tres aspirantes, pues esa concurrencia, desde su punto de vista, evita la "polarización" que podría darse de ser únicamente dos. Por tanto, expresa su deseo de que tanto él como sus dos oponentes consigan los más de mil avales requeridos para participar en la cita del 8 de octubre.
Al hilo de eso, y en relación a la eventual unión entre Gonzalo Caballero y Xoaquín Fernández Leiceaga, quien actualmente ocupa un escaño en el Pazo do Hórreo tras ejercer como gerente de la universidad coruñesa vería diferente que ésta se acordase en caso de que alguno de ellos no logre reunir las firmas necesarias.
"BUENAS SENSACIONES"
Al margen de lo que hagan sus compañeros, Villoslada asevera que las "sensaciones" que tiene después de recorrer diversas agrupaciones "son buenas", pues percibe "receptividad" y ganas de abrir "la nueva etapa" que preconiza.
"Creo que la gente está cansada de tanto 'quítate tú que me voy a poner yo", interpreta, para apostar por iniciar un ciclo de "unión y estabilidad" que, tras "bastantes años de conflicto interno y de demasiada lucha orgánica", permita a los socialistas gallegos "presentar un proyecto político fuerte y de izquierdas".
Con ese proyecto en mente, estima que ser "una persona libre de los líos anteriores" puede conferirle mayor capacidad para "oxigenar" el partido. "No tengo una hoja de servicios tan cargada o tan lastrada como pueden tener mis compañeros", reivindica.
Y, si bien dice tener "una magnífica opinión" tanto de Leiceaga --de quien destaca su "buena labor de coordinación" del Grupo Socialista en la Cámara-- como de Gonzalo Caballero, no obvia que ambos han estado inmersos en "muchos" procesos dentro del partido. "La frescura necesaria para abrir una nueva etapa puede ser un hándicap para ellos", argumenta.
"CONVICCIÓN POLÍTICA"
Por su parte, exhibe "un compromiso político" de fortalecer el PSdeG, unido a "un compromiso social" de "transformar y mejorar la vida de las personas" tras una década de crisis en la que "se han devastado muchos derechos sociales y cívicos".
"Necesitamos volver a ser fuertes en planteamientos progresistas y socialistas. Ésa es mi convicción política", enfatiza quien fuera jefe de Personal y director de Servicios Generales en el Ayuntamiento de A Coruña entre 2000 y 2011.
Tras esgrimir esos "compromisos" entre los motivos que le han llevado a dar el paso de competir por el liderazgo del PSdeG, siempre con el objetivo de dotar al partido de "unidad" y "cohesión", cree que tiene "cualidades" para "poner un nuevo rumbo" a la organización.
"Soy una persona con bastante capacidad de negociación, de diálogo", se presenta, aunque recalca que "cuando llega el momento de tomar una decisión, hay que tomarla sin que tiemble el pulso" y que también "hay que actuar con disciplina cuando sea necesario".
"JUEGO SUCIO"
Después de reiterar la importancia de "abrir una nueva etapa" en el PSdeG en la que predomine la "unidad" interna, lo que cuestiona Villoslada son las "formas" de hacer campaña de Gonzalo Caballero, pues "no ayudan" a lograr una "competición limpia" entre compañeros.
"Creo que los militantes lo juzgarán, porque están cansados de juego sucio", advierte, y le afea su facilidad para "poner etiquetas" cuando "interesa sacar puntos negativos".
Así, se sacude las críticas que recibió por haber ocupado la Subdirección Xeral de Administración Local durante la etapa de gobierno de Manuel Fraga. "Es un puesto de trabajo y no un cargo político", puntualiza, y remarca que también desempeñó puestos técnicos con "un gobierno socialista" en A Coruña.
Y, en cuanto a su relación con la gestora, después que un mensaje de campaña suyo fuese difundido por error a través de los perfiles públicos del PSdeG, rebate que "nunca" formó parte de la dirección del partido.
"Otros sí", prosigue, para añadir: "Yo nunca tuve responsabilidades orgánicas o institucionales hasta esta legislatura y he estado trabajando como militante de base en mi agrupación, la de A Coruña, desde hace 10 años".
¿INTEGRACIÓN?
Tras lamentar haber sido blanco de esos reproches, Villoslada vuelve a urgir "cohesión" interna, de modo que abre la puerta a integrar a sus oponentes, o a personas de sus equipos, en su ejecutiva en caso de ganar las primarias. Eso sí, no como "representantes de una batalla anterior", sino asumiendo "el nuevo liderazgo".
Pensando en el equipo que confeccionará si resulta elegido secretario xeral, asegura que no ha decidido todavía qué personas le acompañarán, pero sí que quiere "una o dos vicesecretarías generales" para "un liderazgo compartido".
Se trata, según sus propias palabras, de que "haya varias caras que le pongan voz a un proyecto fuerte" y a "un único mensaje", para que éste llegue a la sociedad "de forma clara, plural y colectiva" y no, como ha ocurrido, que haya visiones "contradictorias".
Asimismo, profundiza en la importancia de visualizar mujeres en puestos de "máxima dirección" y en la necesidad de dar "muchísimo soporte" a las agrupaciones y a los cargos locales del partido. Las áreas de juventud y demografía estarán "potenciadas" en su equipo, en el que serán "troncales" sanidad, educación y política social.
"MOVER LAS SILLAS"
También aborda Villoslada la situación del grupo parlamentario en el que ejerce como secretario, para afirmar que su victoria en las primarias "no tendría por qué suponer un relevo automático" de Leiceaga como portavoz.
Partidario de "evitar esas etapas en las que se están moviendo sillas", aboga por explorar otros mecanismos que permitan "encajar" su nueva responsabilidad en caso de vencer; mientras que, de no salir elegido, tampoco se plantea "en principio" renunciar a su acta.
"FALTA RUMBO"
En lo que pone el foco es en que al PSdeG "le falta rumbo político" tras un año y medio sin dirección, de modo que avanza que si goza del respaldo de sus compañeros de filas el próximo año comenzará con una conferencia política que dé "un nuevo impulso" al partido con la vista puesta en las municipales.
"Que la sociedad vea que el Partido Socialista ha encarado una nueva etapa, presenta un proyecto político solvente, de izquierdas, muy claro, y que es capaz de volver a aglutinar al mayor número de progresistas de Galicia", proclama, con el reto de recuperar el primer puesto en la izquierda para, posteriormente, "desplazar al PP del gobierno".
Sin querer citar un referente, sí señala que su guía es la acción de gobierno de su partido en Galicia y en España y, de hecho, ya ha comenzado a pensar "fórmulas de trabajo" para que los dos expresidentes socialistas de la Xunta puedan "aportar" a la organización con su experiencia y su conocimiento.
