IBIZA, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El servicio de vigilancia y asesoramiento en el fondeo de embarcaciones recreativas en el Parque Natural de Ses Salines de Ibiza y Formentera se ha puesto ya en marcha, según ha informado la Conselleria de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca.
El objetivo de esta iniciativa es evitar que estas embarcaciones tiren el ancla sobre las praderas de posidonia. El Institut Balear de la Natura ha adjudicado esta tarea a la empresa Pitiusa de Ecología hasta el 30 de septiembre.
En total, tres embarcaciones trabajarán en Ibiza, en los límites del Parque Natural de ses Salines y también cubriendo el área marina de Tagomago. Con respecto a Formentera, donde se concentra el número más elevado de fondeos, cinco barcas cubrirán Ses Salines de Ibiza y Formentera, el área marina de la playa de Tramuntana y el área marina de Cala Saona.
Según ha recordado el Govern, también existen recursos propios del Ibanat desde principios de mayo, con tres barcas y cuatro vigilantes de áreas marinas. Se trata de algunas de las nuevas incorporaciones de las 40 plazas creadas.
La "fuerte presión" que recibe el ámbito marino de la playa de Illetes, en Formentera, hace necesario llevar a término un nuevo esfuerzo de coordinación de los diferentes actores implicados, como son los vigilantes del Parque, los de la Reserva Marina, los agentes de Medio Ambiente y la Guardia Civil del Mar, ha explicado el Govern.
El pasado 20 de abril, el Ejecutivo autorizó a la Conselleria de Medi Ambient, Agricultura y Pesca transferir 1.940.000 euros al Institut Balear de la Natura, entre este año y el 2021, para atender el control del fondeo de embarcaciones y asegurar el estado de conservación de las praderas de posidonia durante este periodo, a razón de 485.000 euros el año.
Esta autorización llega después de que el Consell de Govern acreditara al Ibanat a aprobar el expediente de gasto correspondiente a la contratación del servicio de vigilancia de las praderas de posidonia 2018-2019 en Baleares con un importe máximo de 969.645,60 euros. Este contrato, con un plazo de vigencia de dos años y la posibilidad de prórroga de dos años consecutivos más, tiene por objeto asegurar el estado de conservación de las praderas, especialmente en las zonas con más presión de barcos durante los meses de verano.
En total, para todo el archipiélago habrá 15 embarcaciones, cinco más en relación al contrato de 2017, que realizarán tareas de vigilancia e información sobre la prohibición de fondear sobre la posidonia oceánica en zonas catalogadas como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y Zonas de Especial Conservación (ZEC) de las cuatro islas.
