MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 700.000 iraquíes procedentes de Mosul y regiones vecinas continúan desplazados a pesar de que ya han pasado tres meses desde que el Gobierno iraquí declarase la expulsión de Estado Islámico de la ciudad.
"Un año después del comienzo de los combates para retomar el control de Mosul, al menos 673.000 iraquíes de la ciudad y sus alrededores siguen desplazados e incapaces de regresar a sus vecindarios destruidos", ha alertado en un informe el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC).
La directora del NRC en Irak, Heidi Diedrich, ha advertido de que "la batalla de Mosul ha terminado, pero para cientos de miles de personas que huyeron de la ciudad, su sufrimiento y desesperación continúan", según ha publicado el portal de noticias 'Iraqi News'.
"Hasta que puedan regresar a sus hogares y reconstruir sus vidas, la comunidad internacional debe seguir mostrando su solidaridad con los desplazados de Irak. Además, los planes del Gobierno para reconstruir Mosul deben garantizar que los derechos de los desplazados iraquíes estén a la vanguardia de estos esfuerzos", ha remarcado Diedrich.
La organización ha señalado además que "más de la mitad de ellos pueden haber perdido sus documentos civiles oficiales, desde los certificados de nacimiento hasta los títulos de propiedad, lo que hará que reconstruir sus vidas sea aún más difícil".
Mosul era la segunda ciudad más importante de Irak en 2014, cuando fue tomada por Estado Islámico. Las fuerzas gubernamentales lanzaron en octubre de 2016 una ofensiva para recuperar la ciudad que culminó el pasado 9 de julio con la toma de los últimos reductos yihadistas en el casco histórico de la localidad.
Actualmente en Irak hay cuatro millones de desplazados internos y otras miles de personas se han visto obligadas a huir a países vecinos como Siria, Turquía u otros países europeos desde que Estado Islámico proclamó el califato.
