BAGDAD, 1 Feb. (Reuters/EP) -
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha calificado de "criminales al margen de la ley" a los responsables de la muerte de decenas de civiles en la provincia de Diyala, que supuestamente pertenecen a las milicias chiíes que combaten al Estado Islámico.
Varios líderes iraquíes, además de Naciones Unidas, han instado a investigar estas ejecuciones. "No está permitido a la población que se tome la justicia por su mano y castigue a otros cada vez que quiera ajustar cuentas", ha advertido Abadi.
El mandatario ha realizado estas declaraciones en un encuentro con líderes políticos y religiosos, tanto suníes como chiíes, en Bagdad. Abadi hizo un llamamiento esta semana para investigar las acusaciones a las milicias chiíes por la ejecución de al menos 72 personas.
Estas acusaciones de atrocidades amenazan los intentos de Abadi para ganarse el apoyo suní ante la lucha contra el Estado Islámico, que se ha hecho con el control de varias zonas del norte y el oeste del país durante el año pasado.
Abadi ha advertido de que como consecuencia de estos asesinatos, algunos suníes se han unido al Estado Islámico. "Estos son algunos criminales al margen de la ley que introducen sus propias agendas para dividir a los iraquíes", ha criticado.
En la misma línea que Abadi se han manifestado otros líderes religiosos y políticos, incluido el líder supremo de los suníes, el gran ayatolá Ali al Sistani, que también ha pedido una investigación sobre lo ocurrido, al igual que Naciones Unidas.
"El Gobierno debe investigar los supuestos ataques contra civiles en las zonas donde las operaciones tienen lugar", ha afirmado el ayudante de Al Sistani, Ahmed al Safi, durante un sermón en la ciudad suní de Kerbala.
