MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Afganistán, Abdulá Abdulá, ha hecho este viernes un llamamiento a la calma tras la muerte de al menos siete manifestantes por disparos de la Policía durante una manifestación en Kabul, al tiempo que ha asegurado que se investigarán los disparos realizados por las fuerzas de seguridad en esa protesta.
El jefe del Ejecutivo afgano ha dicho que "el Gobierno apoya las manifestaciones pacíficas" y ha pedido a los convocantes de las protestas que envíen a delegados para hablar con el Gobierno y exponerle sus quejas.
Cientos de personas se han concentrado este viernes en la plaza Zanbaq --el mismo lugar en el que el miércoles un atentado terrorista suicida acabó con la vida de 90 personas cerca de la Embajada de Alemania-- para exigir la renuncia del Ejecutivo y del presidente del país, Ashraf Ghani, por no haber impedido ese ataque.
La Policía ha respondido a los manifestantes en un primer momento cargando con gases lacrimógenos para intentar disolver la concentración. Luego los manifestantes han lanzado pedradas contra el despliegue policial y los agentes han comenzado a realizar disparos.
Los manifestantes se han acercado a los hospitales en los que estaban los heridos y de allí se han llevado los cadáveres de los que han muerto por disparos de la Policía hasta el lugar en el que se mantiene la protestas. Según el último balance, hay al menos siete manifestantes muertos, uno de ellos identificado como Mohamad Salem, el hijo del vicepresidente del Senado.
