ACNUR facilitó el primer retorno voluntario a Darfur de refugiados sudaneses asentados en Chad

Publicado: viernes, 20 abril 2018 23:41

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado este viernes que facilitó el 14 de abril, en colaboración con los gobiernos de Chad y Sudán, el primer retorno voluntario de refugiados sudaneses asentados en el país vecino.

En su comunicado, ha detallado que un grupo de 53 refugiados abandonaron el 14 de abril el campamento de Iridimi, en el este de Chad y llegó cuatro horas después a un centro de acogida en Darfur.

Así, ha indicado que tras dos días en el centro de Tina fueron trasladados a sus destinos definitivos, convirtiéndose en los primeros refugiados en regresar a sus hogares de forma voluntaria tras varios años en Chad.

ACNUR ha señalado que los retornos tienen lugar en el marco del acuerdo tripartito firmado en mayo de 2017 y ha agregado que espera que cientos de refugiados vuelvan en los próximos meses a sus hogares.

En este sentido, ha manifestado que los refugiados que han participado en los retornos abandonaron Darfur entre 2003 y 2004 y ha señalado que, antes de volver, representantes visitaron sus pueblos para adoptar una deicisón "meditada" sobre su regreso.

"ACNUR, junto con socios y otras agencias de la ONU, está trabajando en dar apoyo a los esfuerzos de las autoridades sudaneses para mejorar los servicios en Darfur del Norte, ya que las zonas de retorno necesitan ser rehabilitadas de manera urgente", ha dicho.

"También se necesita apoyo de la comunidad internacional para lograr que los retornos sean duraderos y sostenibles. No obstante, hasta el momento ACNUR apenas ha recibido el catorce por ciento de los fondos necesarios para la operación en 2018, que asciende a 256 millones de dólares", ha resaltado.

El organismo ha destacado además que "cada vez más refugiados manifiestan su interés en regresar a Sudán en los próximos meses, especialmente a medida que la situación de seguridad mejora en Darfur".

ACNUR ha argumentado que "esto ha sido posible en parte gracias a la mejora de seguridad en Darfur a raíz de los acuerdos de paz entre el Gobierno y algunos grupos armados".

"El ejercicio de desarme llevado a cabo en todo Darfur por el Gobierno, así como los esfuerzos de la misión de mantenimiento de la paz liderada por una fuerza conjunta de Naciones Unidas y la Unión Africana también están contribuyendo a mejorar la seguridad de forma que los desplazados puedan regresar", ha explicado.

Pese a ello, ha recordado que cerca de dos personas continúan desplazadas en Sudán y otros 650.000 sudaneses se encuentran refugiados en los países vecinos. Concretamente, cerca de 300.000 residen en doce campamentos gestionados por ACNUR y Chad en el este del país.

EL ALTO EL FUEGO

El presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, prorrogó a finales de marzo y hasta el 30 de junio el alto el fuego unilateral declarado en las zonas en conflicto en el país, según informó la agencia estatal sudanesa de noticias, SUNA.

Al Bashir declaró en junio de 2016 un alto el fuego en Nilo Azul y Kordofán del Sur --regiones en las que estallaron conflictos en 2011, tras la independencia de Sudán del Sur--, y lo ha ido prorrogando desde entonces.

Los grupos armados Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLM-N), el Movimiento de Liberación de Sudán-Minni Minnawi (SLM-MM) y el Movimiento Justicia e Igualdad (JEM) han declarado igualmente altos el fuego unilaterales en Darfur, Nilo Azul y Kordofán del Sur.

Los enfrentamientos entre el Ejército y los rebeldes en las regiones de Kordofán y Nilo Azul estallaron en 2011, cuando Sudán del Sur proclamó su independencia. El conflicto en Darfur comenzó en 2003 cuando las tribus predominantemente no árabes se alzaron en armas contra en Gobierno árabe de Sudán.

El pasado octubre, Estados Unidos levantó las sanciones de 20 años de antigüedad y vinculadas a los progresos en la cooperación en la lucha contra el terrorismo y la resolución de los conflictos internos en el país.

Al Bashir está acusado por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por crímenes de lesa humanidad y genocidio en Darfur entre 2003 y 2006, hechos por los que el país también tiene sanciones vigentes.

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