MADRID, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
La administración Trump ha señalado este sábado que el lanzamiento de un misil balístico por parte de Corea del Norte es una "provocación", si bien "no supone una sorpresa", ha señalado un alto funcionario estadounidense a la agencia Reuters.
Esta fuente ha apuntado que Washington está sopesando distintas opciones para sancionar a Pyongyang, entre las que se incluye el aumento de las fuerzas militares en la región.
No obstante, este funcionario ha señalado que la Casa Blanca calibrará la respuestas para mostrar determinación pero evitando una escalada.
Según la información de Reuters, el Gobierno estadounidense tratará de presionar a China para que controle a Corea del Norte después de la última prueba militar balística, la primera que se produce desde la llegada del presidente, Donald Trump, a la Casa Blanca.
El proyectil fue lanzado desde el oeste de Corea del Norte y ha caído en aguas de la costa este de la península coreana este domingo, según informó el Ejército surcoreano.
Según Seúl, el misil recorrió 500 kilómetros desde el punto de lanzamiento y cayó en el mar de Japón.
REACCIONES
El presidente norteamericano ha sido informado al respecto y seguirá la situación al detalle. Si bien, Trump no se ha pronunciado sobre la última prueba militar norcoreana.
Japón a través del secretario de Gabinete, Yoshihide Suga, ha emitido su enérgica protesta y ha señalado que se trata de "una provocación" contra Tokio al haber coincidido con el encuentro entre Trump y su homólogo nipón, Shinzo Abe.
En la misma línea, Seúl ha condenado igualmente el lanzamiento de Pyongyang, un acto que ha descrito como una grave amenaza a la paz y seguridad de la península coreana y una clara violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
