MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Afganistán ha confirmado este miércoles que Estado Islámico está explotando minas de talco en varias zonas del país, incluida la provincia de Nangarhar (este), un día después de que la ONG Global Witness afirmara que el grupo yihadista obtiene cerca de 300 millones de dólares (unos 255 millones de euros) en fondos cada año gracias a esta actividad.
"Confirmamos el informe sobre la explotación de minas por parte del grupo terrorista Estado Islámico y otros grupos terroristas para obtener fondos de esta forma para comprar armas, municiones y explosivos en países extranjeros", ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa, Mohamad Radmanesh.
Estas informaciones han sido confirmadas por el parlamentario Safiulá Muslim, quien ha asegurado que ha contactado con la titular de la cartera del Ministerio de Minas y Petróleo, Nargis Nehan, para aclarar la situación.
"Llamamos a la ministra de Minas, pero no tuvo respuestas para nuestras preguntas", ha señalado Muslim, quien ha recalcado que varios grupos armados explotan minas también en las provincias de Logar (este) y Badajshán (noreste), según ha informado el diario local 'The Afghanistan Times'.
En su informe, en el que recoge entrevistas a fuentes y análisis de imágenes por satélite, Global Witness destacó que la explotación del talco se ha convertido "en una prioridad estratégica" para el grupo en el país.
"Tomaremos las minas a cualquier precio", dijo un comandante de Estado Islámico entrevistado por la ONG, después de que las mismas se hayan convertido además en una fuente de conflicto entre los yihadistas y los talibán.
Global Witness afirmó que la riqueza derivada del sector de la minería "debería, y podría, ser usada para financiar el desarrollo y los servicios gubernamentales", al tiempo que manifestó que "si no se toman medidas inmediatamente, es más probable que alimente más corrupción y conflicto".
El talco es un componente de productos como cosméticos, pinturas, plásticos, que es usado además en su forma en polvo como astringente para la irritación de la piel, siendo Estados Unidos su principal importador.
Así, la ONG detalló que este talco extraído en Afganistán es transportado a través de la frontera con Pakistán, donde es mezclado con este mineral explotado en el país antes de su exportación.
Por ello, reclamó al Gobierno afgano y sus aliados que traten en el asunto "con urgencia" y fortalezcan los controles en el comercio en Nangarhar, así como la exportación de minerales a través de la frontera con Pakistán.
Asimismo, pidió reformas para aumentar la transparencia y permitir que la explotación legal de la minería pueda ser una alternativa viable, a través del impulso a comunidades locales.
