Inmigrantes y refugiados en la frontera de Grecia y Macedonia
OGNEN TEOFILOVSKI / REUTERS
Actualizado: viernes, 20 noviembre 2015 15:45

GINEBRA, 20 Nov. (Reuters/EP) -

Las nuevas restricciones en las fronteras de la península balcánica, incluido el acceso de refugiados e inmigrantes en base a su nacionalidad, están creando una situación inestable, han denunciado varias organizaciones humanitarias internacionales este viernes.

Macedonia, Serbia y otros países balcánicos dejan pasar únicamente a los refugiados procedentes de conflictos de Oriente Próximo y Afganistán, pero no a aquellos procedentes de Asia y África.

En Macedonia, en la frontera sur con Grecia, han denegado la entrada a multitud de refugiados, que han protestado bajo los lemas de "la gente paquistaní quiere libertad" y "somos bangladeshíes, salva nuestra vida".

Estas medidas están aumentando las tensiones en las fronteras y dejando a algunas familias abandonadas, han denunciado el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas(ACNUR), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en un informe conjunto.

"Hay una necesidad urgente de poner en marcha un nuevo plan de recepción en los puntos de entrada", ha dicho el portavoz de ACNUR, Adrian Edwards, en un desayuno informativo en Ginebra. "Los niños refugiados y migrantes son los más afectados", ha añadido la portavoz de UNICEF, Sarah Crowe.

Más de 4.000 refugiados y migrantes han intentado entrar en Europa cada día durante el mes de noviembre, a los que hay que añadir los 846.000 refugiados que han cruzado el Mediterráneo este año, según cifras de ACNUR.

Debido a la llegada del invierno, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja han advertido del descenso de las temperaturas. "El invierno va a llegar en los próximos días y pondrá en riesgo sus vidas", ha dicho el director europeo de la organización, Simon Missiri.

MACEDONIA, A EMULAR A HUNGRÍA

Por su parte, Macedonia se ha defendido de sus acciones y ha advertido a la Unión Europea de que no debe tratar al país como una "zona de seguridad" en donde los "inmigrantes económicos" puedan quedarse.

Con la visita del ministro húngaro este viernes, el primer ministro del Macedonia, Nikola Gruevski, ha asegurado que Skopje se va a fijar en las medidas que tomó Hungría.

Hungría levantó una vaya de 3,5 metros para cerrar sus fronteras, y el Gobierno conservador de Gruevski se está preparando para la posible instalación de una vaya propia en sus fronteras. Si esto ocurriera, los migrantes se verían obligados a cambiar su ruta hacia Bulgaria, donde la situación es "todavía más precaria", ha informado el portavoz de la OIM, Joel Millman.

Por otro lado, el director regional de OIM, Gianluca Rocco, ha previsto un aumento del contrabando y de la venta de pasaportes falsos en el mercado negro.

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