BERLÍN, 4 Feb. (Reuters/EP) -
Alemania ha registrado a 91.671 inmigrantes durante el mes de enero, menos de la mitad de los registrados en noviembre de 2015, según un balance difundido este jueves por el Gobierno. De éstos, 35.822 son refugiados sirios y alrededor de 18.000 proceden de Irak y Afganistán.
El Ministerio del Interior ha publicado un comunicado con el recuento de inmigrantes en el que se ve un notable descenso respecto al año anterior, que según el Gobierno de Angela Merkel atribuye a las heladas del invierno.
Por otro lado, el número de solicitudes oficiales de asilo ha aumentado hasta las 52.103 en enero, alrededor del doble que en el mismo mes en 2015 y un 7,9 por ciento más que en diciembre, ha informado el Ministerio.
Durante 2015, Alemania recibió un total de 1,1 millones de refugiados, una cifra que descenderá durante 2016, ha asegurado la canciller, Angela Merkel.
Según ha informado el Ministerio del Interior, 91.671 personas se han registrado con el sistema 'EASY' durante el mes de enero. Más del doble que en enero de 2015, un tercio menos que en diciembre de 2015 y menos de la mitad que en noviembre de 2015.
Este sistema registra a los inmigrantes en centros de recepción y después los distribuye por el país en función de la población y los ingresos por impuestos de cada estado. Este registro está separado de la solicitud de asilo oficial.
Alrededor de 1.623 personas procedentes de Marruecos han entrado al país con el sistema 'EASY' y, según ha informado el diario alemán 'Bild', fuentes del Gobierno han asegurado que han llegado a un acuerdo con los países del norte de África para repatriar a los solicitantes de asilo de estos países.
DESCONTENTO EN ALEMANIA
El malestar social ha aumentado desde la oleada de asaltos sexuales durante las celebraciones de Nochevieja en Colonia. Según informó el jefe de la Policía, Wolfang Albers, los testigos describieron a los asaltantes como "árabes o norteafricanos" y de entre 18 y 35 años.
Este descontento ha repercutido directamente sobre Merkel. Según un sondeo publicado este miércoles, un 81 por ciento de los ciudadanos creen que su Gobierno no es capaz de mantener la situación bajo control.
La canciller se está viendo presionada para cumplir su promesa de reducir la afluencia de refugiados en el país. Una de las medidas que ha tomado para reducir la llegada de inmigrantes es la reinstalación de puestos de control en determinados puntos de paso de la frontera con Austria y la aceleración de las deportaciones de aquellos inmigrantes a los que no se les conceda el estatus de refugiados.
