MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyani, ha confirmado que las elecciones presidenciales que se celebran este viernes en Irán no se han visto afectadas por incidentes de consideración y que se espera que acojan una participación "masiva", de acuerdo con las primeras valoraciones del transcurso de los comicios previa consulta con los ministros de Interior y de Inteligencia.
"Acabo de mantener conversaciones con ambos y, por fortuna, todo está ocurriendo con tranquilidad y, hasta el momento, no tenemos constancia de incidentes de envergadura", ha declarado Lariyani durante su visita este viernes a la sede local en la ciudad de Qom de la Comisión Electoral, según informa la agencia de noticias Mehr.
Fuentes consultadas por la agencia de noticias Fars estiman que a media mañana habían depositado su voto cerca de 20 millones de personas, un poco menos de la mitad de los 56 millones de iraníes con derecho a voto.
Una estimación con la que ha coincidido también el director del Comité de Supervisión Electoral para Irán Centro, Ahmad Jannati, quien indicó que el electorado está respondiendo a la petición formulada por el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei. "La gente está entendiendo que su voto puede cambiar el destino del país", ha manifestado Jannati este viernes en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias IRNA.
Los colegios electorales cerrarán a las 15.30 horas (hora peninsular española) pero lo más probable es que las autoridades concedan un tiempo de prórroga hasta la noche en algunas localidades del país, como ha ocurrido en otras ocasiones. Así, no se espera que los resultados aparezcan, como mínimo, hasta el sábado.
A las elecciones comparecen cuatro candidatos de entre los que destacan, por encima de todo, el actual presidente del país, Hasán Rohani, y el clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi. Si alguno de ellos rebasa el 50 por ciento de votos, se declarará su victoria directa en las elecciones de este viernes. En caso contrario y más probable, se celebrará una segunda ronda de votación la semana que viene.
Los comicios enfrentan a los dos grandes sectores de la política y la sociedad iraní: el reformismo que encabeza Rohani, más favorable a Occidente, y el llamado "principalismo", conservador, religioso, en la figura del clérigo Raisi. Si bien el ayatolá Jamenei no ha manifestado en público su preferencia por ninguno de los dos, todos los indicios apuntan a que el estamento religioso del país, e incluso otros candidatos de corte conservador, prefiere claramente a Raisi.
Rohani parte como favorito gracias en parte a su extraordinario papel en la firma del histórico acuerdo nuclear que ha reconciliado a Irán con la comunidad internacional. Sin embargo, los analistas rechazan darle como vencedor, no solo por el impacto y el apoyo de Raisi, sino por la decepción que ha generado el lento ritmo de sus reformas, en especial en el sector económico. No obstante, sus partidarios recuerdan el pasado de su rival, Raisi, como juez y verdugo de miles de presos políticos durante la década de los 80, un periodo que prefieren olvidar.
"Voy a votar por Rohani", ha declarado a Reuters el funcionario Yusef Ghaemi, de 43 años, desde la ciudad de Kermanshah. "Me gusta su política de relajación internacional. Sé que no se le puede calificar de verdadero reformista pero, ¿a quién le importa? Lo que sé, es que no es Raisi", ha manifestado.
Por contra, los votantes conservadores ven en el clérigo la posiblidad de restaurar por completo los valores marcados por la Revolución Islámica de 1979 y poner fin a las constantes tensiones entre el Ejecutivo y el estamento clerical.
"Raisi es un seguidor de Jameni. No plantará cara a nuestro verdadero líder si acaba elegido, y protegerá nuestra identidad islámica", ha declarado el tendero Mehran Fardoust tras depositar su voto en la ciudad santa de Masshad, localidad natal del clérigo y sede de la fundación de la que es director, la más adinerada del mundo islámico.
