ARGEL, 27 Abr. (Reuters/EP) -
El ministro del Interior de Argelia, Hassen Kacimi, ha asegurado este jueves que el país espera recibir más inmigrantes ilegales del África subsahariana después de que la Unión Europea hiciera más difícil la llegada a Europa en barco.
Un acuerdo de la Unión Europea en 2016 con Turquía casi cerró la ruta marítima a las islas griegas por la que pasaron alrededor de un millón de personas en 2015. Las salidas también han descendido del último punto de partida principal, Libia, gracias al apoyo del bloque a la guardia costera libia. Italia también está ayudando a Túnez a detener las salidas de los barcos.
"Ahora estamos en decenas de miles (de inmigrantes ilegales), pero en un futuro cercano podemos hablar de cientos de miles después de que Europa cerrara sus puertas", ha asegurado Kacimi.
"La solución no es cerrar las fronteras desde un lado y dejar que las personas mueran al otro lado", ha señalado. "Argelia está muy preocupada por el crecimiento número de inmigrantes ilegales", ha aseverado.
El ministro ha afirmado que su país, que tiene una frontera de 2.500 kilómetros con Malí y Níger, gastó 20 millones de dólares en los últimos tres años para manejar una afluencia de inmigrantes ilegales de la región del Sahel que huyen de la guerra, la inseguridad o la pobreza.
"Nadie nos ha ayudado, estamos manejando la situación por nuestros propios medios", ha manifestado.
Kacimi también ha rechazado las acusaciones de los grupos defensores de Derechos Humanos, incluidos Human Rights Watch y Amnistía Internacional, de que los inmigrantes fueron deportados de manera degradante. "No somos nazis y los inmigrantes nunca mueren en Argelia", ha afirmado.
