El presidente de Siria, Bashar al Assad
SANA SANA/REUTERS
Actualizado: miércoles, 7 diciembre 2016 22:17

MADRID, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Siria, Bashar al Assad, ha asegurado que la conquista de Alepo, una ciudad dividida entre el dominio rebelde y el gubernamental, decantará el curso de la guerra en el resto del país, por lo que ha reafirmado su determinación para recuperarla.

Al Assad, que habla en contadas ocasiones, ha concedido una entrevista al diario sirio 'Al Watan' que se publicará íntegramente el jueves, pero cuyos extractos han sido difundidos este miércoles por la televisión oficial del país árabe.

En ella, el jefe de Estado defiende la ofensiva que el Gobierno ha lanzado sobre la zona este de Alepo, en manos de los rebeldes, y que ha provocado el éxito de más de 30.000 civiles, lo que ha llevado a la comunidad internacional a reclamar una tregua humanitaria.

La decisión de liberar Siria --ha explicado-- se tomó el primer día de la guerra y "no hemos pensado ni por un solo momento en dejar de liberar alguna región", ha dicho. "Liberar Alepo significa que las cartas ya no estarán en manos de los terroristas", ha subrayado.

Al Assad ha aclarado que la lucha por esta ciudad forma parte de la estrategia militar del Gobierno, al margen del proceso político que la comunidad internacional pretende poner en marcha para acabar con un conflicto que camina ya hacia su sexto año.

"Quien gane en Alepo y Damasco obtendrá un gran logro militar y político porque son dos ciudades importantes", ha indicado, afirmando además que la toma de "Alepo cambiará completamente el curso de la batalla en todo Siria"

No obstante, ha reconocido que esta ciudad tiene también un importante valor político para los rebeldes, ya que fue de las primeras grandes urbes que tomaron. "Es su última esperanza después de su fracaso en las batallas de Damasco y Homs", ha señalado.

Al Assad ha achacado la insistencia de la comunidad internacional en la tregua humanitaria a que Estados Unidos, en representación de Occidente, teme una inminente derrota de la oposición siria. "Por eso les oímos quejarse y lamentarse", ha espetado.

Interrogado sobre las relaciones con Rusia, aliado esencial del régimen de Damasco, ha valorado que no haya intentado "explotar" su ayuda militar, al tiempo que ha defendido que su Gobierno ya estaba interesado en las inversiones rusas antes de la guerra.

Sobre Turquía, que el pasado verano entró en territorio sirio para alejar a los kurdos y a los terroristas de la frontera, ha confiado en que "el pueblo turco sea capaz de hacer que (su presidente, Recep Tayyip) Erdogan, dé marcha atrás en sus estupideces".

"Nosotros queremos tener relaciones con todos los países, incluidos los occidentales" porque "estamos hablando de intereses" de Estado, ha dicho, al tiempo que ha aprovechado para criticar la "hipocresía" de Occidente, con quien tuvo buen trato hasta el estallido de la guerra.

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