MADRID, 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ataque ejecutado ayer por la Marina de Estados Unidos contra la base aérea de Shayrat, propiedad del Ejército sirio, demuestra al Kremlin que el país que gobierna el presidente Donald Trump es "el más impredecible del mundo" al entender que este bombardeo no tiene ningún sentido práctico dado que Estados Unidos había manifestado su interés en investigar si esta base había sido empleada en la matanza con armas químicas perpetrada esta semana en Idlib.
"Eso no tiene nada que ver en absoluto con los intentos de conocer qué pasó con las armas químicas ni con pasos algunos en la investigación", ha declarado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zajarova, a la cadena de televisión Rossiya 1.
La diplomática recordó que fue el propio Gobierno estadounidense quien había pedido que se investigara la procedencia de los aviones que atacaron con armas químicas la localidad de Jan Sheijun, y que podrían haber despegado de esta base. Por ello, Zajarova reconoció su perplejidad ante el hecho de que Estados Unidos decidiera destruir la base en lugar de obtener datos adicionales.
De acuerdo con el gobernador de Homs, esta operación de EEUU causó siete muertos, incluidos dos civiles, mientras que una fuente del Ejército sirio informó de diez militares fallecidos.
Por otro lado, el presidente del Comité de Defensa del Senado ruso, Victor Ozerov, ha estimado horas antes que este ataque norteamericano no parece ser el prolegómeno de nuevos bombardeos, pero advirtió de que cualquier "acción futura" de la Administración Trump en este sentido podría destruir cualquier conato de normalización de las relaciones con Rusia.
"Me cuesta creer que Estados Unidos espere reanudar las relaciones como se repitan estos ataques", ha manifestado en declaraciones recogidas por la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
