CARACAS, 29 May. (Reuters/EP) -
Las autoridades venezolanas han impedido este viernes a los ex presidentes Andrés Pastrana (Colombia) y Jorge Quiroga (Bolivia) visitar a los líderes opositores Leopoldo López y Daniel Ceballos, encarcelados desde hace más de un año por su supuesta implicación en los disturbios desatados durante las revueltas de 2014.
"Es la segunda vez que no nos dejan pasar, pero el que se cansa pierde y aquí estaremos nuevamente", ha dicho Pastrana a la prensa desde la entrada de la cárcel militar de Ramo Verde (Caracas), donde está recluido López.
Pastrana ya intentó ver al jefe de Voluntad Popular el pasado mes de enero junto al ex presidente chileno Sebastián Piñera, pero el Gobierno de Nicolás Maduro también lo impidió entonces.
"Una vez más son testigos de que Leopoldo López está secuestrado. Que no nos dejen pasar es una orden de arriba", ha dicho, por su parte, la mujer de López, Lilian Tintori, que ha acompañado a los ex dirigentes latinoamericanos.
Lo mismo ha ocurrido horas antes en la cárcel de San Juan de los Morros, en el estado de Guárico, donde desde hace una semana está Ceballos, tras ser trasladado sin previo aviso desde Ramo Verde. Pastrana y Quiroga tampoco han podido verle.
En cambio, los ex presidentes han podido entrevistarse con el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, recluido en Ramo Verde pero ahora bajo arresto domiciliario para recuperarse de una intervención quirúrgica.
Pastrana y Quiroga planean reunirse igualmente con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para trasladarle "las inquietudes frente a los presos y a la situación que están viviendo los medios de comunicación y los estudiantes".
No obstante, se han mostrado conscientes de las dificultades que ello entraña, especialmente --según ha indicado Pastrana-- por la afinidad del Ministerio de Exteriores colombiano con Venezuela, de modo que han confiado en que esta petición llegue a Maduro a través de la prensa.
El Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, ha considerado que su presencia en Venezuela forma parte de "una campaña internacional" contra la nación caribeña. "Ahora viene a darnos clases de Derechos Humanos (...) No tienen autoridad moral ni ética", ha sostenido.
