Actualizado: martes, 30 agosto 2016 21:37

NAIPYIDÓ, 30 Ago. (Reuters/EP) -

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha pedido a las autoridades de Birmania que mejoren las condiciones de vida de la minoría musulmana rohingya, un día antes de las conversaciones de paz impulsadas por la líder del Gobierno, Aung Suu Kyi.

Este miércoles comienzan en Birmania las conversaciones que intentan poner fin a los enfrentamientos entre Ejército y grupos armados de carácter étnico que operan desde hace más de cincuenta años en la frontera con China.

Los musulmanes rohingya, una minoría formada por 1,1 millones de personas, no estarán representados en las conversaciones con las autoridades, a pesar de la tensión entre los rohingya y los budistas en el este del país.

"El Gobierno me ha asegurado que se empleará para tratar el problema de raíz", ha asegurado Ban. "Como la gente de cualquier otro sitio, necesitan y merecen un futuro, esperanza y dignidad. No se trata únicamente de la identidad de la comunidad rohingya", ha añadido.

Muchos de los habitantes de Birmania, un país de mayoría budista, consideran a los rohingya inmigrantes ilegales provenientes de Bangladesh. Esta discriminación llega hasta el punto de que no pertenecen a la lista de 135 minorías étnicas reconocidas por ley.

La propia Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, ha pedido a los líderes internacionales que no usen el término rohingya porque, según su punto de vista, es inflamatorio.

"He trasladado las preocupaciones de la comunidad internacional sobre las miles de personas que viven en condiciones muy pobres en campos de desplazados desde hace cuatro años", ha comunicado Ban haciendo referencia a los 120.000 rohingya que huyeron tras la violencia que se desató en el estado de Rakhine en 2012.

Además, ha añadido que si llevan viviendo muchas generaciones en el país, deberían disfrutar del mismo estatus legal que cualquier otra persona en Birmania.

La semana pasada, Suu Kyi pidió al antiguo secretario general de la ONU Kofi Annan que liderara una comisión para detener los abusos de Derechos Humanos en Rakhine, algo que el dirigente aceptó.

CONFERENCIA DE PAZ

Suu Kyi ha convertido el proceso de paz en una de las grandes prioridades de su Administración, la cual tiene altas expectativas tras haber llegado al poder en las elecciones del pasado noviembre que pusieron fin a más de medio siglo de liderazgo respaldado por la junta militar.

Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Birmania sufre de manera prácticamente ininterrumpida las consecuencias de los enfrentamientos entre el Ejército, que llegó al poder tras el golpe de 1962, y los grupos armados de carácter étnico que han estado pujando por el reconocimiento de sus derechos y una mayor autonomía paralela al Gobierno central.

La reunión entre autoridades y milicias, que comenzará este miércoles, ha sido bautizada como la Conferencia de Panglong del Siglo XXI, en referencia al acuerdo al que llegaron en 1947 la mayoría burma y el resto de minorías étnicas y que supuso la formación de la Unión de Burma. El proyecto fue impulsado por el padre de Suu Kyi, el general Aung San, considerado héroe nacional.

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