Entrega de bicicletas a refugiados gracias a The Bike Project
SUSAN BLACK/THE BIKE PROJECT
  
Actualizado: sábado, 14 enero 2017 9:00

The Bike Project ofrece bicicletas y clases de ciclismo a quienes buscan una oportunidad en la capital británica

MADRID, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -

Llegar a una gran capital europea huyendo de la pobreza o la guerra supone para miles de refugiados la apertura de un nuevo camino de esperanza. Sin embargo, muchos de ellos carecen de los instrumentos más básicos para recorrer esta nueva vía, y no sólo en términos metafóricos, sino también en materia de movilidad básica.

Jem Stein, de 29 años, se percató de las necesidades de estos refugiados cuando estudiaba en la prestigiosa London School of Economics (LSE) y vio "los retos a los que se enfrentaban". Fue entonces cuando conoció a Adam, un refugiado de Darfur que sólo tenía 36 libras para pasar la semana mientras esperaba a que se resolviese su solicitud de asilo.

Stein advierte, en una entrevista a Europa Press, de que para estas personas es "muy, muy difícil" poder llegar a trabajar, entre otras razones porque mientras cobran esa ayuda no tienen derecho a obtener un empleo. Londres, ciudad de oportunidades, puede terminar convirtiéndose en una trampa.

Para este colectivo, se complica la tarea de moverse por la ciudad para tratar de gestionar los trámites burocráticos más básicos o acceder a servicios de primera necesidad como una cita médica. Viajar en autobús cuesta 20 libras a la semana, lo que implica gastar 1.040 libras (unos 1.200 euros) a lo largo de todo el año.

Stein comenzó a dedicar su tiempo libre a ayudar a los refugiados a mejorar su vida y, en 2013, dio forma en el jardín de su casa a un proyecto al que ha terminado dedicándose a tiempo completo. The Bike Project surgió con una premisa: cada año, 13.500 refugiados llegan a la capital británica, donde se abandonan 27.500 bicicletas.

La fundación con sede en Southwark ha repartido más de 2.000 vehículos y el reto es añadir en 2017 otros 1.300. El "principal objetivo", como recuerda Stein, es ir creciendo año tras año y sumar colaboradores y voluntarios para ampliar una red que ya ha llegado a oídos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

La labor de la ONG, no en vano, no culmina con las entregas de bicicletas, sino que también desarrolla cursos para quien ni siquiera sabe cómo pedalear. Los miércoles ofrece clases de ciclismo específicas para mujeres que duran diez semanas y culminan con la entrega de un vehículo para las participantes.

Susan Black, The Bike Project

UNA LABOR QUE ATRAPA

The Bike Project suma miles de casos de "éxito", pero Stein destaca el de un ciudadano eritreo que, tras recibir la ayuda de la organización, decidió convertirse en uno más de las decenas de voluntarios. En su caso, ayudaba como mecánico --"un buen mecánico", añade Stein-- y la organización decidió ofrecerle formación.

"Ahora trabaja con nosotros a tiempo completo", añade el fundador de la ONG, que destaca también la labor de esta persona en tareas de traducción.

Carlos Castro, de origen argentino, oyó hablar por primera vez de The Bike Project cuando realizaba tareas de voluntario en el campamento de inmigrantes de Calais (Francia) y, tras pasar por una fase de colaboración altruista, ahora trabaja para la organización. "Hago lo que me gusta y me pagan", afirma Castro, en declaraciones a Europa Press.

Él mismo sabe lo difícil que es empezar de cero en Londres, "una ciudad muy dura al principio". Castro, que ya colaboró en Madrid en labores de activismo social, ha subrayado que "la bicicleta te da libertad", por lo que se convierte en un instrumento básico para quienes intentan construir poco a poco una nueva vida.

"Cuando tienes que ir de organización en organización para poder comer, una bici se convierte en algo muy importante", reconoce uno de los beneficiarios del programa citado en la web de The Bike Project. Otro habla de pedalear como una "terapia" que "mantiene la mente ocupada".

Un artículo publicado recientemente por ACNUR recoge el caso de Nazmeen, una mujer que pasó de creer que ir en bici era "cosa de hombres" a ofrecer clases a otras refugiadas. De esta forma, pasó de sentirse "inútil" a hacer amigos y ganar confianza en sí misma.

"Quiero dar un agradecimiento enorme a The Bike Projetc. Hacen algo diferente por los solicitantes de asilo y los refugiados. Aprender a pedalear y a arreglar bicicletas me ha hecho ganar confianza y felicidad", cuanta Nazmeen, que espera seguir "ayudando" a otras personas.

James Sharrock, The Bike Project 

FORMAS DE AYUDAR

Para quienes viven en Londres, The Bike Project ofrece la posibilidad de donar una bicicleta o de colaborar en tareas de reparación, por ejemplo. Stein, sin embargo, recuerda que su ONG está abierta también a ayudas desde España, gracias por ejemplo a las vías del patrocinio o la donación directa, como se muestra en la web --http://thebikeproject.co.uk/--.

Stein admite que no se plantean de momento expandirse fuera de las fronteras de Reino Unido, a pesar de que el "modelo" sí tiene cabida en otras grandes capitales europeas. En 2016, llegaron por mar a Europa más de 360.000 migrantes y refugiados, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Desde The Bike Project se trabaja en la integración de estas personas, estigmatizadas por unos prejuicios que, como advierte Stein, no se corresponden con la realidad. Así, niega que los refugiados quieran vivir a costa de las ayudas británicas o que supongan un riesgo para la seguridad pública: "No hay más personas peligrosas (en este colectivo) que entre la población británica".

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