Actualizado: jueves, 18 mayo 2017 17:34

BRUSELAS, 18 May. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea ha admitido que "las deficiencias en el Estado de Derecho, la corrupción y la capacidad administrativa débil e irresponsable persisten en muchos países vecinos" al Sur y Este de la UE, en un informe en el que evalúa la nueva Política de Vecindad Europa revisada.

El objetivo de la nueva Política de Vecindad Europea es contribuir a la estabilización de los vecinos de Europa y su resiliencia, respetando más las "diversas aspiraciones" de cada socio y garantizando su mayor participación y más flexibilidad en las políticas de la UE, todo ello en aras de perseguir de manera "más eficaz" sus intereses "mutuos".

Las áreas prioritarias para la UE en el marco de la revisión son el buen gobierno, la democracia, el Estado de Derechos, los Derechos Humanos, así como el desarrollo económico para promover la estabilización de sus vecinos y la seguridad, inmigración y movilidad.

"Las deficiencias en el Estado de Derecho, la corrupción y la capacidad administrativa débil e irresponsable persisten en muchos países vecinos, obstaculizan el desarrollo económico y político, tanto en el Este como en el Sur", reconoce el Ejecutivo comunitario en su informe, publicado este jueves.

"En algunos países, tendencias antidemocráticas han llevado a la represión de las libertades fundamentales, la persecución de los defensores de los Derechos Humanos y a socavar las instituciones democráticas", alerta en el documento, en el que precisa que "la UE continúa vigilando de cerca estas tendencias", incluido en el marco de su diálogo bilateral con los países y en foros multilaterales.

La Comisión admite un deterioro "significativo" en los Derechos Humanos en países como Libia, Siria y el este de Ucrania en los últimos dos años por los conflictos armados y, en el caso de Ucrania, también por la anexión "ilegal" de Crimea de Rusia.

Con todo, el Ejecutivo comunitario asegura que la Política de Vecindad Europea revisada ha "ayudado a desarrollar relaciones para responder mejor a los desafíos comunes más urgentes" y "en coherencia" con la nueva estrategia de Política Exterior de la UE.

"A pesar de los desafíos de que los desafíos en la región sigue siendo enormes, la UE está actuando con más flexibilidad, más sensibilidad con sus socios, desplegando recursos limitados con un mayor impacto", ha concluido en su informe.

La UE ha comprometido más de 2.300 millones de euros del Instrumento para la Vecindad Europa en asistencia a los vecinos del Sur y Este en 2016. La política revisada también reconoció la necesidad de entregar la ayuda de forma "más eficaz" y "mayor flexibilidad en el sur de la asistencia financiera de la UE".

La Política de Vecindad Europea se puso en marcha en 2003 para promover relaciones más estrechas entre la UE y sus vecinos y actualmente cubre Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Libia, Líbano, Egipto, Marruecos, los territorios palestinos, Siria, Túnez y Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania.

La UE ya promovió una revisión de la política hacia su vecinos en 2011 en respuesta a la Primavera árabe, cuando se introdujo el principio fundamental de priorizar las ayudas a aquellos países que más rápidamente avanzaran en las reformas democráticas, uno de los objetivos últimos que persigue la política europea, junto con apoyar el desarrollo socioeconómico de los vecinos.

Sin embargo, a la luz de los cambios "significativos" que se han visto "la Política de Vecindad Europea no siempre fue capaz de ofrecer respuestas adecuadas a estos desarrollos recientes ni a las aspiraciones cambiantes de nuestros socios. Por tanto, los intereses de la propia UE no siembre se han cumplido tampoco plenamente".

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