Actualizado: viernes, 29 septiembre 2017 7:48

MADRID, 29 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de Camerún ha tildado este jueves de "infundadas" las denuncias de la organización Human Rigths Watch (HRW), que el lunes dijo que soldados del país africano habrían deportado en secreto a unos 100.000 refugiados nigerianos desde 2015, cuando comenzaron a huir de su país por la violencia ejercida por la secta islamista Boko Haram.

El ministro de Comunicación y portavoz del Gobierno, Issa Tchiroma Bakari, ha afirmado que estas acusaciones "intentan desacreditar a Camerún", agregando que las repatriaciones "tuvieron lugar sobre la base de la voluntariedad".

"Nuestros soldados saben que todo atentado, toda violación de los intereses de los refugiados, no sólo está proscrito y prohibido, sino que supone un delito flagrante ante un tribunal militar", ha recalcado, en declaraciones concedidas a la emisora Radio France Internationale.

La ONG también denunció que las autoridades camerunesas habrían torturado, abusado sexualmente y asaltado a los inmigrantes tanto en la frontera con Nigeria como en el único campo de refugiados oficial de Camerún, localizado en Minawao, donde los inmigrantes tienen limitado el acceso al agua y a la comida y son sometidos a restricciones de movimiento.

Las deportaciones violan el Derecho Internacional y la legislación interna de Camerún, tratándose de uno de los casos recientes más importantes de repatriación ilegal, según recoge el informe titulado 'Nos obligaron a subir en camiones como animales: el abuso y las deportaciones de las autoridades camerunesas contra refugiados nigerianos'.

Gerry Simpson, de HRW, manifestó que la tortura y los abusos contra los nigerianos parecen ser "una forma arbitraria de castigar los ataques perpetrados por Boko Haram en Camerún" y defendió que "las autoridades camerunesas tienen que prestar atención a las peticiones de la ONU para proteger a los refugiados y no deportarlos".

La organización humanitaria subrayó la situación especialmente crítica de los niños, que habrían pasado incluso años sin una buena dieta y sin tratamiento médico, informó que muchos de ellos murieron durante las deportaciones o al llegar a Nigeria.

Las Fuerzas Armadas de Camerún llevan a cabo operaciones contra Boko Haram desde 2014. El informe explica que Camerún puede investigar a sospechosos de pertenecer al grupo islamista, pero que no puede impedir que los refugiados soliciten protección internacional.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) criticó en marzo a las autoridades camerunesas por las deportaciones, que se produjeron después de que Camerún firmara un acuerdo con ACNUR y Nigeria asegurando que sólo devolvería a su país de origen a quienes quisieran.

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