PEKÍN, 12 Jun. (Reuters/EP) -
El Gobierno de China ha deslizado la posibilidad de que se rebajen las sanciones contra Corea del Norte después de que el dirigente norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hayan celebrado una histórica cumbre en Singapur en la que se han adoptado compromisos en aras de la desnuclearización.
El papel de China, el principal aliado económico y diplomático de Corea del Norte, es clave de cara a un posible giro en las relaciones de la comunidad internacional con el país que lidera actualmente Kim Jong Un. Tras unos años en los que Pekín ha marcado distancias con Pyongyang, la situación podría cambiar.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, ha afirmado este martes en rueda de prensa que su Gobierno ha cumplido estrictamente las sanciones aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU, pero ha planteado una posible resolución.
"Las resoluciones que se han aprobado dicen que si Corea del Norte respeta y actúa conforme a ellas, cabe un ajuste de las medidas, lo que incluye una pausa o una retirada de las sanciones", ha explicado Geng ante los periodistas. En este sentido, ha reiterado que China mantiene que "las sanciones no son un objetivo en sí mismo", sino que deben servir para incentivar la desnuclearización de la península de Corea y "promover una solución política".
TRABAJAR POR LA CONFIANZA
Antes de que Trump y Kim firmasen el acuerdo, el jefe de la diplomacia china, Wang Yi, se ha mostrado confiado en la capacidad de los dos dirigentes para "establecer una confianza mutua, superar las dificultades y llegar a un consenso básico sobre la promoción de la densuclearización de la península y el establecimiento de un mecanismo de paz".
"Por supuesto, queremos que todos los actores relevantes emprendan iniciativas positivas. China seguirá desempeñando un papel constructivo", ha añadido Wang.
