Cientos de desplazados suníes, obligados a abandonar Kirkuk tras el ataque de Estado Islámico

Familia de desplazados llega a Kirkuk
REUTERS
Actualizado: martes, 25 octubre 2016 15:21

KIRKUK (IRAK), 25 (Reuters/EP)

Cientos de familias de desplazados suníes se han visto forzadas a abandonar Kirkuk después del ataque de Estado Islámico contra esta ciudad bajo control kurdo de la semana pasada que las autoridades sospechan que contó con ayuda de células durmientes suníes, según han denunciado trabajadores humanitarios y residentes este martes.

Las familias suníes, que buscaron refugio en la provincia de Kirkuk de Estado Islámico, comenzaron a trasladarse después de que las autoridades les dijeran el domingo que se marcharan o se enfrentaran a ser expulsadas a la fuerza, según las citadas fuentes.

"Dos días después del ataque de Estado Islámico, las autoridades de Kirkuk anunciaron que expulsarían a población civil (suní) y, sólo unas horas después, nos enteramos de que a unas 250 familias no les quedó otra opción que huir", ha lamentado la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande.

Grande ha criticado, en declaraciones a la agencia Reuters, este "castigo colectivo" contra la población suní y ha advertido del riesgo de que pueda sentar un "precedente" para futuras crisis. Las familias afectadas se han movido ya hacia provincias cercanas como Saladino, Anbar y Diyala.

Unos 330.000 suníes han buscado refugio en la rica provincia petrolera de Kirkuk, bajo control kurdo, en los dos últimos años después de que Estado Islámico lanzó su ofensiva en el norte, el centro y el oeste de Irak en 2014.

Algunos han huido por los combates y otros por las duras normas impuestas por Estado Islámico y las difíciles condiciones de vida en las localidades y ciudades bajo su control.

Milicianos de Estado Islámico irrumpieron en comisarías de Policía y edificios de Kirkuk el viernes, matando a unos cien miembros de las fuerzas de seguridad y civiles. Al menos 63 milicianos murieron en los intensos combates que duraron hasta el domingo, cuando las autoridades restablecieron el control.

Los yihadistas llevaron a cabo la operación para aliviar la presión sobre Mosul, el último gran bastión en Irak y donde se enfrentan a una ofensiva de las fuerzas iraquíes respaldadas por la coalición liderada por Estados Unidos.

Se sospecha que los milicianos llegaron desde Hawiya, un reducto todavía bajo su control al oeste de Kirkuk, pero las autoridades también sospechan que recibieron ayuda de células durmientes escondidas entre los desplazados o incluso de residentes suníes.

Un trabajador humanitario ha indicado que este lunes se contabilizó a más de 250 familias abandonando por el principal punto de salida y más seguían cruzando este martes. Según ha precisado, algunos se dirigen a otros campamentos para desplazados y otros están tratando de regresar a sus hogares.

Tanto el Ministerio de Inmigración en Bagdad como las autoridades provinciales kurdas no se han pronunciado sobre esta información.

Kirkuk es la zona más disputada de Irak por su compleja mezcla de población. Los kurdos se hicieron con el pleno control de la provincia en 2014 después de que Estado Islámico tomara buena parte del norte del país y varias divisiones del Ejército iraquí se desintegraran.

Los árabes se quejan de que los kurdos han inundado desde entonces Kirkuk para inclinar la balanza demográfica, mientras que los kurdos sostienen que simplemente están deshaciendo el daño perpetrado por Sadam Husein, el dirigente suní derrocado por Estados Unidos en 2003.

La política de Sadam de "arabización" en el norte durante sus más de dos décadas en el poder llevó a que muchas localidades kurdas fueran arrasadas y cientos de miles de personas se vieran desplazadas para garantizar el dominio árabe sobre los kurdos, turcomanos y cristianos asirios locales.