Familiares de las víctimas atentado en una iglesia copta en Alejandría
AMR DALSH / REUTERS
Actualizado: lunes, 10 abril 2017 20:24

ALEJANDRÍA (EGIPTO), 10 Abr. (Reuters/EP) -

Las familias de las víctimas mortales del atentado terrorista que tuvo lugar el domingo en la Catedral de San Marcos, en Alejandría, Egipto, se han concentrado este lunes en el Monasterio de Santa Mina para celebrar el funeral de los fallecidos en el ataque entre grandes medidas de seguridad. El Gobierno egipcio ha instaurado el estado de emergencia tras este atentado y el de Tanta, también perpetrado el Domingo de Ramos y contra otro templo cristiano.

Los ataúdes de los 17 fallecidos en el atentado han sido colocados en línea en una pequeña plaza frente al monasterio, donde cientos de personas se han acercado para mostrar sus respetos. La Policía ha ido revisando todos los coches que iban llegando a la entrada del recinto y decenas de carros de combate han sido desplegados en la ciudad para reforzar la seguridad durante la ceremonia.

El ataque contra la Catedral de San Marcos de Alejandría, la segunda ciudad más grande del país, se produjo horas después de que se produjese otra explosión en la Iglesia de San Jorge de Tanta, una localidad situada también en el delta del Nilo, en la que murieron 27 personas y más de 80 resultaron heridas.

Ambos ataques han sido reivindicados por el Estado Islámico, que lleva meses llevando a cabo una campaña de terror contra la minoría cristiana de Egipto, que cuenta con la comunidad de cristianos más grande de Oriente Próximo. Este colectivo, cuya presencia en Egipto data del Imperio Romano, lleva años denunciando la persecución y el acoso que sufren por su religión y demanda la protección del Estado.

Los ataques tenían como objetivo causar el máximo daño posible entre la comunidad crisitiana de Egipto, que supone un 10 por ciento de la población, ya que fueron perpetrados en Domingo de Ramos, una fecha muy señalada en la celebración de la Pascua cristiana. Los atentados han provocado fuertes temores entre los coptos egipcios ante la visita del Papa Francisco, que acudirá el próximo 27 de abril a El Cairo.

El Ministerio del Interior ha informado de que el Papa copto, Teodoro II, que estaba oficiando la misa en la Catedral de San Marcos en Alejandría cuando la bomba explotó, no ha resultado herido.

Este lunes, el Gobierno egipcio, Abdelfatá al Sisi, ha declarado el estado de emergencia en todo el país. No obstante aún tiene que ser aprobado por el Parlamento egipcio dentro de un plazo de siete días para que pueda mantenerse a largo plazo.

"Las Fuerzas Armadas y la Policía harán todo lo que sea necesario para hacer frente a la amenaza del terrorismo y su financiación", ha dicho el Ejecutivo egipcio en un comunicado. Según las autoridades, se tomarán medidas para "mantener la seguridad a lo largo del país, proteger la propiedad pública y privada y las vidas de los ciudadanos".

"OBJETIVOS MUY VULNERABLES"

En la ciudad de Tanta, donde muchas familias han enterrado a sus muertos este domingo, los miembros de la comunidad copta han expresado su enfado ante la falta de seguridad que sufren, ya que alegan que a pesar de que habían recibido amenazas sobre un posible ataque, la Policía local no tomó medidas al respecto para protegerlos.

Un comandante policial ha explicado que hace algo más de un semana encontraron otro artefacto explosivo cerca de la iglesia de Tanta. "Eso debería de haber activado la voz de alarma", ha señalado Amira Maher, una cristiana copta de 38 años. "Especialmente en Domingo de Ramos, un día en el que se reúnen muchísimas personas, muchas más que el resto del año. No sé cómo ha podido pasar esto", ha añadido.

En el depósito de cadáveres del hospital universitario de Tanta, decenas de familias desesperadas han intentado entrar en los depósitos en busca de sus seres queridos. Las fuerzas de seguridad han establecido un cordón de seguridad para mantener el orden ante el aluvión de familiares que han acudido. "¿Por qué nos impiden entrar ahora? ¿Donde estaban todos ellos cuando pasó?", ha gritado una mujer entre la multitud.

Tras los ataques, el Estado Islámico ha advertido que llevará a cabo más ataques y ha presumido de haber matado a 80 cristianos desde diciembre. Los analistas alegan que parece que los yihadistas, que están perdiendo terreno en Irak y Siria, están tratando de ampliar su influencia y han identificado a la comunidad cristiana en Egipto como una de las más vulnerables y fáciles de atacar.

"El Estado Islámico es profundamente sectario. No es nada nuevo. Pero han decidido enfatizar ese aspecto en Egipto durante los últimos meses", ha explicado H.A. Hellyer, experto en yihadismo. "Los objetivos cristianos son más fáciles, ya que las iglesias son más difíciles de fortificar que una comisaría, por ejemplo. Es un hecho muy perturbador porque indica que contamos con la posibilidad de que se produzcan ataques repetidos y continuados contra objetivos muy vulnerables", ha añadido.

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