Clinton ganará pero tendrá que lidiar con "un Congreso disfuncional", según expertos

Hillary Clinton
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Actualizado: lunes, 24 octubre 2016 16:00

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

La candidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, será la ganadora de las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 8 de noviembre en Estados Unidos, pero sin entusiasmar a los votantes norteamericanos, y con "un Congreso disfuncional", según representantes de ambos partidos.

"Clinton va a ser la presidenta", ha dicho Brian Baird, ex congresista demócrata, en un coloquio organizado por el Real Instituto Elcano. Su colega, Dan Miller, ex legislador republicano, coincide con él: "No hay duda de que va a ganar Clinton".

Ambos se apoyan en los sondeos, que sitúan a Clinton en la Casa Blanca. Las únicas opciones para Trump serían "ganar en todos los estados indecisos", por lo que es "altamante improbable" que se imponga en las urnas, de acuerdo con Miller, o que hubiera "un incidente que cambiara el sentido del voto", lo cual sería "algo excepcional", ha apuntado Baird.

Tanto el demócrata como el republicano han considerado que la eventual victoria de la ex secretaria de Estado es más una cuestión de rechazo al magnate neoyorquino que de verdadero apoyo a Clinton. "Mi hijo va a votar por el Partido Libertario porque no quiere votar a Trump", ha confesado Miller.

Entre parte del electorado demócrata Clinton es percibida como un miembro arraigado del 'establishment' con ideas demasiado liberales, especialmente en el campo económico, si bien durante la campaña para las elecciones primarias tubo que virar a la izquierda para neutralizar a Bernie Sanders.

En cuanto a Trump, su nicho electoral son hombres blancos sin educación superior concentrados en el sur y en el centro de Estados Unidos que temen el devenir económico porque han sufrido las consecuencias de la última crisis.

"Esta no va a ser una elección en la que la gente vaya a votar por alguien que realmente guste", ha explicado Baird. Un alto porcentaje de estadounidenses "van a votar en contra de alguien" y otro se abstendrá, ha añadido Miller.

Para el representante demócrata, el ascenso de estos dos candidatos en medio de dicha desafección electoral, sobre todo en el caso de Trump, obedece a que en Estados Unidos "ha cambiado el modo en que se entienden las cosas" debido a la mezcla cultural y religiosa del país.

POLÍTICAS INDEFINIDAS

Una de las razones por las que ni Clinton ni Trump han despuntado en esta campaña electoral es por la indefinición de sus políticas, sobre todo en lo relativo a política exterior, aunque son notables sus diferencias.

Carlota García Encina, investigadora del Real Instituto Elcano, ha señalado que, a pesar de su papel como ex secretaria de Estado, Clinton "no ha hecho mucho hincapié en la política exterior", si bien también ha recalcado que no es un tema fundamental en las campañas estadounidenses.

"Clinton será una presidenta previsible" que se encargará de "reforzar las alianzas" en todo el mundo, incluida la transatlántica, pero quizá con un carácter más intervencionista. Por su parte, Trump, más incontrolable, parece que evitará inmiscuirse en asuntos extranjeros, ha aclarado García Encinas.

Oriente Próximo será uno de los mayores desafíos en la política exterior del nuevo Gobierno. Aquí confluyen las posturas de Clinton y Trump, que abogan por una ruptura respecto a la línea marcada por Barack Obama, que consideran errónea.

En economía --un tema más influyente en la campaña norteamericana-- las diferencias son mayores, según ha precisado Paul Isbell, del Centro para las Relaciones Transatlánticas de la Universidad Johns Hopkins. Trump apuesta por medidas proteccionistas y una reducción de impuestos que afectará a todas las clases, incluidas las grandes rentas, mientras que Clinton es partidaria de los acuerdos comerciales y prevé una reforma fiscal con leves subidas impositivas.

"UN CONGRESO DISFUNCIONAL"

Los ex congresistas han advertido de que la verdadera incógnita de estas elecciones en Estados Unidos no es quién ganará la Casa Blanca, sino cómo quedará conformado el Congreso, ya que están en juego toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

"En la Cámara de Representantes hay una mayoría republicana y parece poco probable que vaya a cambiar", pero en el Senado, también en manos de los republicanos, podría haber un nuevo reparto del poder, ha considerado Baird.

Incluso en el caso de que se mantuviera el dominio republicano en la Cámara de Representantes y los demócratas recuperaran el Senado --por un estrecho margen de escaños-- "habrá un Congreso disfuncional", ha apostillado Miller.

"El problema es que el país está totalmente polarizado (...) Los demócratas se han movido hacia la izquierda y los republicanos hacia la derecha, de modo que ya no queda nadie en el centro" y eso dificulta los acuerdos, ha indicado Miller.

A este respecto, los dos creen que Clinton, con mayor aceptación en el 'establishment', tendrá mayor capacidad para buscar consenso que Trump, a quien, de acuerdo con Miller, solo apoyan republicanos 'outsider' que podrían llevar incluso a una escisión tras la probable derrota del millonario estadounidense.