Crónica Kosovo.- Los serbios recuerdan con sirenas, actos y minutos de silencio a las víctimas de la ofensiva de la OTAN

Actualizado: martes, 24 marzo 2009 16:37

Belgrado asegura que la ofensiva causó la muerte de 1.002 soldados y policías y 2.500 civiles, incluidos 89 niños

BELGRADO, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

Serbia recordó hoy a las víctimas de los bombardeos de la OTAN con motivo del décimo aniversario de la ofensiva. Todos los colegios y puestos de trabajo han guardado un minuto de silencio, en las escuelas primarias y secundarias del país se han impartido lecciones especiales para conmemorar el aniversario, el Parlamento suspendió sus actividades, en toda Serbia se han organizado actos públicos y se escucharon sirenas al mediodía en homenaje a las víctimas, las autoridades depositarán coronas de flores en los monumentos a los fallecidos y el Gobierno ha decidido erigir un monumento conmemorativo dedicado a las víctimas.

Durante una reunión especial del Gobierno, el primer ministro, Mirko Cvetkovic, declaró hoy que los bombardeos fueron ilegales y debieron evitarse. "¿Se pudieron haber evitado los bombardeos? Nosotros sabemos la respuesta. Sólo la razón debe prevalecer sobre el mal", afirmó Cvetkovic, citado por la cadena de radio independiente B92.

Según el primer ministro, durante la ofensiva de la OTAN murieron 1.002 soldados y policías y 2.500 civiles, incluidos 89 niños, y resultaron heridas 12.500 personas. Al respecto, la agencia serbia de noticias Tanjug destacó hoy que más de la mitad de las víctimas mortales de los bombardeos de la OTAN eran albanokosovares, "a pesar de que los aliados occidentales habían asegurado que el objetivo de su intervención militar era proteger a esos mismos albaneses de un supuesto desastre humanitario". Ningún soldado de la Alianza pereció durante la ofensiva.

Asimismo, Cvetkovic declaró ante el Consejo de Ministros que los bombardeos no solucionaron el problema de Kosovo ni ayudaron a establecer el Estado de derecho ni la paz en el territorio. En todo caso, aseguró que Serbia ha decidido optar por las medidas diplomáticas y políticas para solucionar el actual contencioso sobre Kosovo --cuya independencia unilateral ha sido rechazada por Belgrado--, ya que, precisó, "los bombardeos tuvieron repercusiones a largo plazo en Serbia y, para el futuro de los niños, no se debe permitir que suceda algo así otra vez".

Por su parte, el presidente de Serbia, Boris Tadic, afirmó durante la sesión especial del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a Kosovo que mientras que los serbios fueron castigados con las bombas, los albaneses, "cinco años después de expulsar a serbios y de apropiarse de sus casas e incendiar sus iglesias", han sido premiados con un Estado, según informó el principal diario del país, 'Blic'.

Tadic se refería a la mayor matanza de serbios registrada en Kosovo desde la instauración de la administración internacional en 1999. Los hechos sucedieron a mediados de marzo de 2004, cuando numerosos albanokosovares atacaron los enclaves serbios, mataron a 19 personas, expulsaron a 4.000 serbios y destruyeron al menos 35 iglesias y monasterios serbios ortodoxos.

CELEBRACIÓN EN KOSOVO

Por su parte, el primer ministro kosovar, Hashim Thaci, declaró hoy que los bombardeos llevados a cabo por la OTAN contra la antigua República Federal Yugoslava constituyeron "un gran acontecimiento histórico para Kosovo" y expresó su agradecimiento a los países que respaldaron a la antigua provincia serbia en su camino hacia la independencia.

"La exitosa culminación de la campaña de la OTAN abrió un nuevo capítulo en la historia reciente de Kosovo, un capítulo de libertad y la construcción de una verdadera democracia", afirmó en una declaración, de la que se hizo eco B92. Según el primer ministro kosovar, el pueblo de Kosovo siempre estará agradecido a Estados Unidos, la UE y otros Estados miembros de la OTAN "por su apoyo a la batalla justa para la libertad y la independencia de Kosovo". "Hoy en día, estos países siguen contribuyendo a la construcción de la seguridad en Kosovo como parte de la misión militar KFOR", agregó.

Por último, Thaci resaltó que "Kosovo ha entrado en su segundo año de independencia en unidad política, seguridad, paz y tolerancia interétnica, teniendo buenas relaciones con sus vecinos y seriamente implicado en cumplir todos los criterios para ser miembro de todos los mecanismos euroatlánticos y convertirse en parte de todas las estructuras internacionales".

LOS BOMBARDEOS

Los bombardeos duraron exactamente 78 días, durante los cuales la Alianza --que desplegó fuerzas de doce países --efectuó un total de 2.300 ataques aéreos (en su mayoría desde Italia y desde el mar Adriático), lanzó aproximadamente 420.000 bombas y alcanzó un total de 995 edificios. Al témino de los combates, el territorio fue puesto bajo la administración de la ONU. El 17 de febrero de 2008 Kosovo declaró unilateralmente su independencia de Serbia, que ha sido reconocida por medio centenar de países, incluidas las principales potencias occidentales, con la salvedad de España.

Oficialmente, la ofensiva de Yugoslavia era la respuesta de las potencias occidentales al fracaso de las negociaciones de Rambouillet para poner fin al conflicto entre Belgrado y el grupo armado Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), que se había alzado en armas el año anterior tras el fracaso de la estrategia de desobediencia civil de los independentistas albanokovares. Las negociaciones fracasaron después de que Estados Unidos introdujera a última hora una cláusula que permitía a los Ejércitos de la OTAN entrar y circular libremente por territorio de Yugoslavia.

Con los bombardeos de Yugoslavia, la OTAN se implicaba en una espectacular ofensiva militar por primera vez en su historia. De hecho, numerosos analistas consideran que la campaña de Yugoslavia supuso la introducción en la Alianza de una estrategia más ofensiva frente a los llamados "Estados delincuentes", contra los cuales había la "obligación moral" de emprender "intervenciones humanitarias" a fin de crear un nuevo marco de "seguridad" en el llamado "espacio euroatlántico". Esta doctrina, cuyo primer eslabón fue Yugoslavia, fue aplicada posteriormente en Afganistán.

Al respecto, Tanjug recordó hoy que aquélla fue la primera operación militar lanzada "sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU" y que "fue el secretario general de la OTAN, Javier Solana, quien ordenó a las fuerzas aliadas el inicio de la operación e hizo llegar el mensaje al general estadounidense Wesley Clark, comandante en jefe de las fuerzas aliadas, el 23 de marzo de 1999".

Entre los objetivos alcanzados, con daños de diversa consideración, figuraron numerosas instalaciones civiles, incluidos 300 colegios, 45 puentes, 25 puentes ferroviarios, 148 viviendas, 54 carreteras, 176 monumentos, decenas de hospitales y oficinas del Estado. Los expertos estimaron los daños en entre 30.000 y 100.000 millones de dólares, dependiendo del método de evaluación.

Durante la campaña hubo varios incidentes particularmente polémicos, como los bombardeos contra la sede de la radiotelevisión estatal serbia, que causó la muerte de 16 civiles (y que Amnistía Internacional calificó de "crimen de guerra"), o contra otros objetivos civiles, como el puente ferroviario de Grdelica, así como el ataque aéreo contra la Embajada china en Belgrado. Aún en la actualidad, al menos 2.500 bombas de racimo de la Alianza continúan desperdigadas sin estallar en territorio serbio.