Una refugiada rohingya con su bebé en un campamento de Cox's Bazar
REUTERS / DANISH SIDDIQUI
Actualizado: miércoles, 20 septiembre 2017 12:33

BOMBAY, 20 Sep. (Thomson Reuters Foundation/EP) -

Decenas de matronas han llegado a los campamentos de refugiados rohingyas en Bangladesh para ayudar a las mujeres embarazadas de esta comunidad musulmana y a sus bebés, que viven en unas difíciles condiciones por el enorme flujo de desplazados llegados del estado birmano de Rajine.

Unas 35 matronas formadas por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) para trabajar en situaciones de crisis han estado prestando ayuda a las mujeres y niñas que viven en los dos campos de refugiados de Cox's Bazar gestionados por el Gobierno bangladeshí durante las últimas semanas.

Las matronas están prestando servicios de emergencia, entre los que se incluyen la asistencia ante enfermedades de transmisión sexual y violaciones, así como cuidado de mujeres embarazadas y madres jóvenes. También han recibido preparación para actuar frente a inundaciones.

"La magnitud de la situación es bastante abrumadora", ha asegurado el director de Sanidad de UNFPA, Sathya Doraiswamy, en conversación telefónica con Thomson Reuters Foundation.

"Nuestras matronas suelen trabajar en situaciones más estables, con otras mujeres bangladeshíes; está la cuestión del idioma y otros retos, pero lo están afrontando", ha explicado.

Estas profesionales sanitarias han asistido a al menos 200 bebés desde que se produjera la reciente afluencia de refugiados desde el 25 de agosto, ha añadido.

Más de 400.000 rohingyas han huido de la ofensiva de las fuerzas militares de Birmania, que comenzó tras una serie de ataques por parte de milicianos rohingyas el 25 de agosto contra varios puestos de control policial y una base militar. La contraofensiva de las fuerzas de seguridad birmanas se saldó con unos 400 muertos.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que hay una cifra "sin precedentes" de un 60 por ciento de niños entre los refugiados llegados a Bangladesh desde Rajine. Además, los abusos sexuales y los matrimonios forzosos son un riesgo para las niñas rohingyas.

A principios de 2017, un estudio de Naciones Unidas señaló que más de la mitad de las niñas rohingyas que habían huido a Malasia, India e Indonesia fueron obligadas a contraer matrimonio.

En Bangladesh --que ha acogido a cientos de miles de refugiados rohingyas desde la década de los 90-- aproximadamente dos tercios de los refugiados son mujeres y niñas, entre las que se incluyen muchas mujeres embarazadas y madres jóvenes, según ha afirmado Doraiswamy.

"Las personas están llegando hambrientas, sedientas, enfermas, han estado caminando durante días y están psicológicamente traumatizadas", ha asegurado el especialista en formación de matronas de la UNFPA, Rondi Anderson.

"Aun así, las embarazadas y las madres jóvenes que viven en el campo de refugiados saben que tienen un lugar seguro y un buenos cuidados con las matronas", ha agregado.

Estas matronas forman parte de un programa nacional apoyado por el Gobierno de Bangladesh y respaldado por UNFPA y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mejorar la salud materna y reducir la mortalidad infantil, particularmente en las zonas rurales del país.

"Existen muchos retos. Pero incluso en estas circunstancias difíciles, hay algo de felicidad para cualquiera ante el nacimiento seguro de un hijo", ha concluido Anderson.

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