Dos informantes admiten que mintieron en la investigación de EEUU sobre los sobrinos de la mujer de Maduro

Cilia Flores
REUTERS
Actualizado: sábado, 10 septiembre 2016 9:57

NUEVA YORK, 10 Sep. (Reuters/EP) -

Un equipo de informantes compuesto por un padre y su hijo testificaron este viernes para reconocer que mintieron en repetidas ocasiones a investigadores estadounidenses para traficar drogas en secreto, incluso mientras trabajan en una indagación relacionada con dos sobrinos de la primera dama de Venezuela, Cilia Flores.

Durante su testimonio ante un tribunal federal de Manhattan, los informantes también han señalado que participaron en otras actividades no autorizadas, como dormir con prostitutas en medio de una investigación de la Agencia para el Control de Drogas estadounidense (DEA, por su siglas en inglés) a Franqui Francisco Flores de Freitas y Efraín Antonio Campo Flores.

Sus actividades de tráfico de drogas a Estados Unidos a espaldas de la DEA motivaron que ambos hombres, testigos clave en el caso, sean acusados y se declararan culpables de cargos de narcotráfico y de mentir a las autoridades, según han reconocido los dos.

El testimonio se conoce en un momento en que los abogados de los sobrinos de Cilia Flores, esposa del presidente venezolano, Nicolás Maduro, buscan poner en duda la credibilidad de los informantes para que se eliminen las pruebas reunidas en contra de sus clientes.

Los sobrinos fueron arrestados en noviembre de 2015 y están acusados de trabajar con otras personas para intentar enviar unos 800 kilogramos de cocaína desde Venezuela a Honduras, para luego trasladarla a Estados Unidos.

Los dos informantes en cuestión son un padre e hijo, según el testimonio y los documentos judiciales, que se hicieron pasar por el capo del cártel de Sinaloa y su hijo para reunirse con los sobrinos en 2015 y discutir la propuesta de tráfico de cocaína. Ambos han trabajado durante años para la DEA y las autoridades locales como informantes encubiertos.

El hijo, de 34 años y origen mexicano, ha dicho que ha ganado 400.000 dólares como informante. El padre, de 55 años, ha señalado que ganó cerca de un millón de dólares desde 2003. En el caso se les menciona sólo como CS-2 y CS-1, respectivamente.

En los últimos años, sin embargo, los dos hombres han afirmado que han trabajado con otros para llevar drogas a Estados Unidos sin conocimiento de la DEA. Las autoridades los descubrieron este año, según su relato, y ahora ambos están en prisión después de declararse culpables.

"¿Ustedes les han estado mintiendo durante años?", ha preguntado John Zach, abogado de Campo Flores. "Sí, les mentí", ha respondido CS-2. Los informantes han asegurado que mientras estuvieron en Caracas tuvieron sexo con prostitutas y que en una ocasión uno de los acusados pagó por una de ellas, según CS-2.

El padre ha reconocido que no les contó a los fiscales uno de esos incidentes hasta una pausa para almorzar después de que su hijo hubiera testificado. Cuando se les ha preguntado si los fiscales habían amenazado con anular su acuerdo de cooperación como resultado, el padre ha comentado: "Ellos están extremadamente descontentos y van a revisar todo".

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