Duterte establece un periodo de 60 días para reactivar las conversaciones de paz con los rebeldes comunistas

Rodrigo Duterte
ERIK DE CASTRO/REUTERS - Archivo
Actualizado: domingo, 22 abril 2018 3:53


MANILA, 22 Abr. (Reuters/EP) -

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha declarado este sábado que ha establecido un límite de 60 días para reavivar las conversaciones de paz con las milicias comunistas, por lo que ha urgido al líder exiliado de los rebeldes que regrese al país para poder llegar a un acuerdo.

El conflicto que existe entre el Gobierno filipino y el Nuevo Ejército del Pueblo (NPA, por sus siglas en inglés), el brazo armado del Partido Comunista, lleva más de media década activo y le ha costado la vida a cerca de 40.000 personas.

El pasado mes de febrero, un diplomático noruego se reunió con Duterte con el objetivo de intentar convencerle de que pusiera en marcha una vez más las negociaciones con los comunistas. El mandatario había puesto fin a las conversaciones como represalia ante su falta de confianza en el NPA.

A principios de este mes, Duterte ordenó a su gabinete que comenzasen a trabajar en una tregua que permitiese reactivar las conversaciones, pero los comunistas han rechazado cualquier tipo de condiciones previas ofrecidas por el Ejecutivo filipino.

Jose María Sison, líder del Partido Comunista de Filipinas lleva viviendo en el exilio desde finales de los 80, cuando fue liberado de la cárcel. "Esto hablando con Sison ahora. Es una cosa que va y viene, y probablemente tanto el Ejército como la Policía tengan sus reproches", ha dicho el mandatario en un discurso en la convención de motocicletas que se celebra en Legazpi estos días, en el centro de Filipinas.

"Pero mi deber, mi deber fundamental y básico es asegurarme que el país está en paz", ha apuntado. Duterte ha explicado que ha "creado una ventana de 60 días para las conversaciones" y que ha urgido a Sison que vuelva a sentarse en la mesa de negociaciones. No obstante, no ha explicado cuando comenzará el periodo de 60 días.

El presidente filipino ha añadido que se encargará de cubrir todos los gastos del líder rebelde, incluido el vuelo desde su actual lugar de residencia en Países Bajos. Poner fin al conflicto fue una de las principales promesas del mandatario filipino durante su campaña electoral, que le dio la victoria en las elecciones de 2016. Sin embargo, el pasado mes de noviembre abandonó la mesa de negociaciones, enfadado por los continuos ataques rebeldes que tuvieron lugar durante el periodo en el que se estaban llevando a cabo conversaciones de paz.

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