QUITO, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades ecuatorianas han irrumpido este miércoles en la acampada de protesta que desde hace dos semanas se levantó en el parque de 'El Arbolito' en la capital, Quito, y han detenido a cerca de un centenar de cubanos que exigen un visado humanitario que les permita llegar a Estados Unidos.
Todos ellos han sido trasladados a la Unidad de Flagrancias, a donde también se desplazaron sus compatriotas no detenidos para exigir su liberación, tal y como informa el diario ecuatoriano 'El Comercio'.
Francisco Hurtado, empleado en la Coalición por las Migraciones y el Refugio, que representa a los cubanos residentes en Ecuador y que exigen este visado humanitario, ha denunciado que entre los cerca de cien detenidos había al menos cuatro menores de edad.
El ministro del Interior, José Serrano, ha anunciado que todos los ciudadanos que se encuentren en situación irregular serán deportados a Cuba de forma inmediata. Hurtado ha criticado la detención de menores y el traslado de todos estos migrantes a una unidad donde "se procesa a personas por delitos penales". "Los procesos de deportación son de carácter administrativo", ha puntualizado.
Por su parte, uno de los portavoces de Alianza Nacional Cubana en Ecuador, Lázaro Ramos, ha confirmado al portal cubano '14ymedio' que todos habían sido liberados después de su detención, salvo uno, acusado de agredir a un agente.
Después de una semana acampados frente a la Embajada de México en la capital, donde exigieron el visado para viajar a Estados Unidos, los cubanos fueron desalojados y reubicaron su protesta en el parque de 'El Arbolito'.
México, por su parte, se niega a otorgarle el visado a los cubanos y el ministro de Exteriores ecuatoriano, Guillaume Long, a quien le han pedido que les proporcionen aviones para que puedan llegar a México o Estados Unidos, ha asegurado que se trata de una petición difícil y que Ecuador no puede participar "de esta migración ilegal".
El país andino comenzó, el pasado mes de diciembre, a exigir visado con el objetivo de desincentivar el tránsito ilegal y frenar los movimientos migratorios desde Cuba hacia Estados Unidos.
Por su parte, el Gobierno cubano responsabiliza a Estados Unidos de la crisis migratoria originada en Centroamérica y sostiene que los cubanos emigran amparados en una política de Washington conocida como "pies secos y pies mojados" que otorga residencia a los cubanos que logran tocar tierra estadounidense.
