Militares iraquíes que participan en la ofensiva contra Estado Islámico
AZAD LASHKARI / REUTERS
Actualizado: miércoles, 6 abril 2016 17:54

ERBIL/BAGDAD, 6 Abr. (Reuters/EP) -

El Ejército iraquí ha paralizado la ofensiva iniciada hace casi tres semanas para combatir contra el grupo terrorista Estado Islámico y avanzar hacia Mosul, su principal bastión, a la espera de que las tropas reciban nuevos refuerzos.

Desde el inicio de la operación, las fuerzas iraquíes han recuperado tan sólo tres ciudades en la zona de Majmur, unos 60 kilómetros al sur de Mosul. La lentitud de los avances ha sembrado nuevas dudas en torno a la capacidad del Ejército, que ya quedó en entredicho tras los éxitos yihadistas en 2014.

El comandante de la ofensiva, Najm Abdulá al Jubbouri, ha reconocido este miércoles que las tropas esperan la llegada de nuevas unidades de la Policía federal, así como el apoyo de más combatientes locales, para garantizar que Estado Islámico no recupera las zonas teóricamente ya liberadas.

De esta forma, el Ejército podrá concentrarse en seguir avanzando. "No queremos usar todas nuestras unidades para defender el territorio", ha explicado Al Jubbouri en un comunicado.

El objetivo inicial de la ofensiva era Qayara, un bastión de los yihadistas ubicado en la orilla oeste del Tigris, pero las tropas del Gobierno no han logrado recuperar la localidad de Nasr, en la parte este del río.

En su nota, Jubbouri ha explicado que los milicianos de Estado Islámico han creado todo un entramado de túneles bajo Nasr y han orquestado una resistencia basada en terroristas suicidas y vehículos cargados con explosivos --algunos de ellos supuestamente contienen cloro--.

DIFICULTADES

Un portavoz de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, Jon-Paul Depreo, ha explicado que la insurgencia no quiere perder Nasr por su posición estratégica, desde la cual se puede atisbar zonas cercanas.

También ha admitido que la dificultad del terreno beneficia a Estado Islámico, ya que el Ejército no puede desplegar a un número de efectivos. A ello se suma que los militares "no son necesariamente de esa área" y están "aprendiendo" sobre la marcha a moverse por la zona.

Las autoridades iraquíes ya reconocen en privado que, en vista de los escasos avances sobre el terreno, parece complicado cumplir con el calendario marcado y recuperar Mosul antes de que termine el año. Depreo ha advertido de que queda "mucho trabajo por hacer" antes de volver a Mosul.

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