AMMAN, 18 Jul. (Reuters/EP) -
El Ejército sirio ha lanzado este martes intensos ataques aéreos en la ciudad de Nawa, en la provincia meridional de Deraa, dejando decenas de bajas civiles mientras el Ejército presiona una ofensiva respaldada por Rusia en la zona.
Un residente ha asegurado que decenas de miles también han sido disparados contra la ciudad densamente poblada que se encuentra cerca de la provincia de Quneitra, colindante con los Altos del Golán sirios ocupados por Israel, donde el Ejército se trasladó esta semana para controlar las partes restantes del suroeste del país en manos de los rebeldes.
"Es como el día del juicio final", ha señalado Malek al Ghawi en un mensaje de texto enviado a Reuters, añadiendo que había "muchos cadáveres en las calles y que no pueden sacar todos".
"No sabemos dónde llevar a los heridos. La ciudad ha sido quemada", ha afirmado Abu Hashem, otro residente.
La ciudad de Nawa, en la que viven al menos 100.000 personas, es el mayor centro urbano que queda en manos rebeldes en al provincia de Deraa, donde una ofensiva respaldada por Rusia comenzó en junio y derrotó a los rebeldes en una franja de territorio cerca de Jordania e Israel.
La artillería y el bombardeo aéreo se han producido horas después de que miles de personas desplazadas que se habían refugiado a lo largo de la frontera con Israel regresaran a la ciudad que el Ejército ha sitiado casi por completo.
Las personas regresaron después de que se informar de que los rebeldes habían llegado a un acuerdo de rendición con el Ejército ruso que evitaría el bombardeo de la ciudad, según otro residente.
El Observatorio Siria de Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, ha asegurado que un hospital en la ciudad ha sido puesto fuera de acción como resultado del bombardeo, citando lo que ha dicho que eran bajas con "decenas de personas muertas y heridas".
La oposición siria acusa a Rusia y sus aliados de imponer un severo castigo a los civiles bombardeando las ciudades controladas por los rebeldes, forzando el desplazamiento masivo de zonas pobladas y causando una destrucción a gran escala.
Además señalan que la intensidad del bombardeo ha obligado a los rebeldes en muchas ciudades firmar acuerdos de rendición que ofrecen un paso seguro a aquellos que quieren trasladarse a otras zonas de oposición después de entregar sus armas, al tiempo que reclutan a quienes permanecen en el Ejército.
Los bombardeos también han atacado varias zonas controladas por los rebeldes en la provincia de Quneitra, situada a pocos kilómetros de la frontera con Israel, donde decenas de miles de personas se habían refugiado de la ofensiva.
